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Ficción Aplicada: Errores de la Ficción (II)

C&T
jueves, 21 de abril de 2016 · 00:00
Sergio Montes/COLABORACIÓN

ficcion.aplicada@gmail.com

 

Nuestra interacción con otros seres humanos tiene que ver mucho con nuestras ideas y con lo que creemos. Creamos ideas y creencias a partir de la información que obtenemos de nuestros sentidos, y de las herramientas que tenemos para procesarla, que tiene que ver con el conocimiento y otras ideas.

¿Es lo mismo el conocimiento que las creencias?
Para Platón el conocimiento es algo que es necesariamente verdadero (episteme); en cambio la opinión y la creencia ignoran la realidad de las cosas, por lo que forman  parte del ámbito de lo probable y lo aparente. Entonces, tenemos que el conocimiento es el resultado de procesar e interpretar correctamente la información, mientras que la creencia es la interpretación que hago de la información sin tener en cuenta este proceso.
Ejemplo: en los años 50 se tenía la creencia de que había vida en el planeta Marte, eso era lo que estaba de moda, y hasta se pensaba que las primeros avistamientos de naves. extraterrestres (los famosos OVNIs) venían de ahí. Hoy, mediante la exploración espacial, que ha llevado sondas y robots a ese planeta nos ha dado un conocimiento sobre qué clase de vida pudo haber existido (o si existe) en ese planeta. El proceso para llegar al conocimiento implica un método; el método científico.

¿Es malo tener creencias?

Todo el mundo las tenemos, son parte de nuestra razgo característicos de raza inteligente. Muchas de nuestras creencias pueden ser correctas, otras simplemente las iremos desechando en el transcurso del tiempo, como cuando éramos niños y nos decían que por la noche venía un ratón y se llevaba los dientes de leche que se nos habían caído a cambio de unas monedas.

 

El problema viene cuando les damos el valor a ciertas creencias como absolutas, como si fueran conocimiento. En el episodio 3 de la Guerra de las Galaxias, Anakin Skywalker es seducido por las ideas del canciller Palpatine sobre lo poderoso de utilizar el lado oscuro de la fuerza. Estas ideas las toma Anakin como algo absoluto, a lo que su maestro Jedi, Obi-Wan lo reprende: los caballeros Sith hablan en absoluto. Es como si se adjudicaran el papel de los defensores de una verdad construida a partir de creencias y no de conocimientos. Los caballeros Jedi dejan espacio a la duda, a que podemos estar equivocados y que es mejor generar creencias a partir de conocimiento, que camuflar creencias como si fueran. El conocimiento es más basto que los limites del Universo y sólo los caballeros que utilizan la espada del método científico lo pueden alcanzar. Es un viaje infinito, pero es apasionante.

¿Y qué pasa cuando las creencias se convierten en algo absoluto?
Bueno, si tenemos una persona que le gustan las creencias sin sustento científico y nos las quieren imponer en nuestro estilo de vida y nosotros detectamos que es una creencia falsa, simplemente dejamos de frecuentar a esa persona, la evitamos y la sacamos de nuestra vida. Y la forma de detectar y protegernos de esa clase de creencias nuevamente volver a ser la espada del pensamiento científico. Es como si viene Fox Mulder y nos dice que "él quiere creer” y yo le respondo "quiero comprobar que lo que creo es cierto, que no me estoy equivocando”.

¿Y qué pasa si las creencias vienen de una autoridad?

Parte del éxito del imperio Romano y de cómo se expandió y consolidó por toda la cuenca del Mediterráneo, tenía que ver con la forma en que absorbió e integró las culturas y creencias de los diferentes pueblos que conquistaba. Entre esas creencias, había una que hablaban de adorar a un solo Dios, y que un mortal que había sido sacrificado por los soldados del imperio, era la encarnación de dicho Dios.

 

Esa creencia ofendía a la creencia de muchos Dioses, que era la que tenían la mayoría de los pueblos que conformaban el imperio. Sin embargo esta creencia se popularizó, cada día había más adepto y llegó un momento en que superaron en número a los creyentes del clásico panteón de los dioses.

 

Esto lo detectó el emperador Constantino, sabía que el coste político por ignorar a estos creyentes sería costoso; la pérdida del imperio. ¿Que hizo? Pues la convirtió en la creencia oficial, convocó el primer concilio de los defensores de esa creencia y crearon una religión oficial: La Iglesia Apostólica y Romana. Y su sede sería la misma que la del imperio, la ciudad de Roma. Todo el mundo debería de creer y por primera vez en la historia de la humanidad, el peso de las palabras tendría más valor que el peso de la evidencia. Si antes era peligroso -creer, ahora era mucho más peligroso no creer.

 

¿Y eso afectó al desarrollo de la ciencia? Se puede decir que este evento en la historia nos ha afectado a todos los occidentales, los que heredamos la tradición del imperio romano. Lo último que queda de ese imperio es su religión oficial, marcó en mucho nuestro estilo de vida, la forma en que ajustamos el conocimiento para justificar una creencia y claro que afectó al desarrollo de la ciencia y de cómo se desarrolló en esa época. Pero eso lo veremos en la siguiente entrega, y mientras tanto, y para reflexionar, una pregunta muy capciosa, ¿cuántos sentidos sensoriales tenemos? Y la respuesta no son 5, eso es algo que nos enseñaron en la escuela, pero eso no necesariamente quiere decir que sea cierto.

 Y una pregunta más:  las herramientas de inteligencia artificial ¿crean conocimiento o creencias?


Para cinéfilos
La película "Ágora” de Alejandro Amenabar, sobre la vida de la matemática Hipatia y lo que tuve enfrentar por las nuevas creencias oficiales del imperio romano: https://vimeo.com/93424343


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