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Ficción Aplicada: el ladrón de las tabernas (I)

Resolver problemas abordándolos desde diferentes ángulos es tarea de la creatividad, una de las cualidades más valoradas en esta nueva revolución tecnológica
C&T
jueves, 30 de marzo de 2017 · 00:00
Sergio Montes/COLABORACIÓN*
ficcion.aplicada@gmail.com

Cuando Hollywood filma historias de personas reales suele crear un retrato bastante alejado de la propia realidad. Tomemos, por ejemplo, dos películas inspiradas en dos matemáticos de mediados del siglo XX: John Forbes Nash y Alan Turing.
El primero fue inspiración para la película A Beautiful Mind, en la cual se presenta a un personaje que, a pesar de padecer de esquizofrenia, es capaz de revolucionar la Teoría de Juegos y ganar el premio Nobel en Economía gracias a su aportación a dicha teoría: el Equilibrio de Nash.
Lo que no cuenta este filme es que Nash tenía un lado oscuro como padre y esposo.
En el caso de Alan Turing, la película The Imitation Game es todavía más inexacta que la primera. El proyecto en el que participó el joven matemático contaba con cientos de personas involucradas en la construcción de una máquina para desencriptar a Enigma, la máquina del ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial; no era un costoso proyecto aislado para un genio encerrado en una torre de marfil.
En la película apenas se menciona su homosexualidad, y se hace creer que nunca estuvo interesado en ninguna chica.
Y lo que posiblemente sea un punto de mayor inexactitud, es que en ambas historias la chispa de genialidad surgiera justo en el momento en que ambos departían alegremente en uno de los famosos pubs irlandeses con una pinta de cerveza.
Lo cierto -y es el motivo por el cual se mencionan estas dos películas-, es que cuando nos encontramos en una ambiente relajado, rodeado de estímulos visuales, y un poco influenciados por ciertas sustancias, como el alcohol, solemos ser más creativos y ocurrentes.
Pero la creatividad no necesariamente sigue ese proceso. Es comprensible que estas dos películas busquen recrear esos momentos de creatividad en los pubs, porque esa costumbre se encuentra muy arraigada en la cultura anglosajona.
Y también en nuestra cultura latina es fácil encontrar ejemplos de creatividad nacida en un momento de festividad, acompañado de una cervezas o tragos de tequila.
Pero, de nuevo, ese no es el único medio para llegar a la creatividad. Y, de hecho, ese no es un camino recomendable a la larga. Hablamos de ejemplos muy puntuales, y de personas muy particulares que posiblemente lo hayan logrado.

El proceso creativo
Hemos hablado de que la creatividad es una de las cualidades más valoradas en esta revolución tecnológica 4.0.
No es indispensable saber programar computadoras ni diseñar algoritmos o ser grandes matemáticos para participar en esta nueva revolución que desplazará o modificará una gran cantidad de trabajos en los próximos años. Y dependiendo del autor, el porcentaje calculado de las tareas que serán tomadas por la tecnología varía entre el 20 y el 80 por ciento; en lo que sí coinciden todos los autores es que entre más repetitivo y monótono sea un trabajo, más riesgo corre de ser sustituido por un robot o programa informático.
Por eso es necesario estimular esos trabajos creativos, humanistas y culturales en la sociedad actual. Es triste escuchar a jóvenes estudiantes de estas disciplinas convencidos de que terminarán con un trabajo precario porque su carrera universitaria no tiene campo laboral.
Y aún más triste es que estos estudiantes se equivocan: un robot también puede hacer ese trabajo precario, y sin ningún sentimiento de frustración.
Así que, al menos en la parte individual, se recomienda estimular la creatividad.

¿Qué es la creatividad?
En este tema también existen diversas escuelas y enfoques para definir qué es la creatividad y como ser mas creativos.
Para el profesor Shlomo Maital, del Instituto Tecnológico de Israel, la creatividad no es generar una serie de ideas alocadas y luego buscar en qué se pueden aplicar. El proceso es completamente opuesto: es identificar un problema concreto y después buscar estrategias o soluciones desde otros puntos de vistas y aplicarlos para resolverlo.
Maital hace una analogía con un elevador, en el cual el nivel cero corresponde a la identificación del problema, para luego elevarse hasta el cielo en donde se puede ver todo un abanico de soluciones, se selecciona una de ellas, y se regresa al nivel cero para aplicarla.
La profesora Guadalupe Vadillo, de la Universidad Nacional Autónoma de México, tiene un enfoque muy parecido. La investigadora en Educación recomienda estrategias como llevar a cabo las mismas acciones pero de diferentes formas para promover el pensamiento paralelo; bucar diferentes aplicaciones para objetos que fueron creados para un propósito completamente diferente; o realizar ingeniería inversa: identificar el problema, pensar en cómo sería el estado ideal con el problema resuelto, e idear paso a paso, a la inversa, en los estados previos para llegar a esa solución.

¿Y el ladrón de las tabernas?
Todos los autores consultados para escribir este artículo coinciden en que en el proceso de creativo existen dos roles muy diferenciados: el de aquellos que crean una idea en su cabeza, y el de aquellos que la llevan a cabo.
Lo ideal sería que en la misma persona convivieran los dos roles, pero en la práctica tales roles suelen ser llevados por personas con caracteres y capacidades muy diferentes.
Aquel bohemio creativo que comentó sus ideas después de tomarse unas cervezas en una taberna de alguno de los puertos del Mediterráneo, después de un largo viaje por el mundo musulmán a finales de la Edad Media, no es la persona que ha trascendido. Pasó a las páginas de la historia aquel que estuvo atento y sólo se la robo para llevarla a cabo.
Y como tema de reflexión, ¿qué rol se te da mejor? ¿El marino bohemio?, o el ladrón en la taberna.

*El autor es matemático. Reside en Madrid, España.


Cerebro creativo
Y como de eso se trata, la sugerencia esta vez, y para quienes deseen ser más creativos, pueden encontrarse estos, y muchos más cursos gratis en la plataforma Coursera:
-Ser más creativos, por Guadalupe Vadillo    http://bit.ly/1zU6q50
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