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Ficción Aplicada: Reset (I)

En la actualidad muchos sectores claman por reiniciar la humanidad y empezar de nuevo. ¿Pero cuantos pasos se deben dar atrás? ¿Cuál es la involución y nueva evolución de la especie?
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jueves, 21 de septiembre de 2017 · 00:00

Sergio Montes/COLABORACIÓN*
ficcion.aplicada@gmail.com | Madrid, España

Se entiende como lenguaje a la convención entre varios entes en la cual uno de ellos funge como un emisor que genera señales, y al ser recuperadas por uno a varios receptores, se genera una interpretación donde dicha señal tiene el mismo significado tanto para el emisor como para el receptor.

Nótese que no se dice individuos; entes son aquellos organismos naturales o artificiales que pueden procesar señales sonoras o visuales para darles un significado.

En la novela En el nombre de la Rosa, de Umberto Eco, el personaje de Salvatore utiliza varios idiomas mezclados para comunicarse o inventa algunas palabras que sólo él entiende.

Cuando el discípulo del padre Guillermo de Baskerville pregunta qué idioma habla este sujeto, el maestro le contesta: “habla todos, pero a la vez ninguno”.

Utilizar un lenguaje no sólo implica saber el significado de palabras aisladas: es necesario darle un estructura lógica a ese conjunto de palabras para generar un mensaje donde el emisor y el receptor le den el mismo significado. ¿Qué tiene que ver esto con la tecnología?

¿Cómo hablarle a las máquinas?
El estudio de cómo evoluciona el lenguaje, además de ser complejo, es apasionante. Si sólo se observa a un conjunto de profesionales de determinado sector, por ejemplo a los médicos, si no se tiene incorporado en el vocabulario personal los términos técnicos que ellos suelen utilizar, y aunque se hable el mismo idioma, no se habla el mismo lenguaje: todo lo que ellos hablen carece de significado para el resto de los mortales. De hecho, es más fácil que ese grupo se entienda con colegas de su mismo sector aunque hablen otro idioma.

En el caso de las computadoras, la forma en que se les dan instrucciones y se convierten los algoritmos teóricos en acciones reales es mediante los lenguajes de programación.

Aunque por ella misma la computadora no se considera un ente inteligente, si reproduce las instrucciones tal y como el programador ha definido, se puede decir que se entabla un lenguaje, pues ambos entes dan el mismo significado a las señales que ha enviado el emisor al receptor.

Los lenguajes de programación aparecieron a mediados del siglo XX, aunque la idea de construir máquinas que interpreten diferentes tipos de señales de diferentes fuentes viene incluso de la Edad Media, como puede consultarse en el artículo Errores de la ficción IV, de esta misma serie, en el cual se habla de la máquina inventada por Ramón Llull.

Ya se han hecho referencias a lenguajes de programación, y aunque más adelante se profundizará sobre ellos, es de destacar que al principio los humanos inventaron lenguajes más comprensibles para las máquinas que para los humanos (lenguajes de bajo nivel como Ensamblador).

Con la evolución y especialización en el uso de las computadoras, se diseñaron distintos lenguajes, algunos tan intuitivos y fáciles de entender que incluso se enseñan a los niños como educación complementaria. Lenguajes que ya se consideran de un nivel tan alto que no es necesario que el emisor sea un experto programador para que el receptor, la computadora, de el mismo significado a la señal.

Los idiomas se complementan
Cuando dos comunidades se desarrollan de forma aislada, y aunque en un principio hayan usado el mismo lenguaje en común, con el paso del tiempo generan diferentes idiomas; exactamente igual que la evolución de las especies.

Pero a diferencia de las especies, que cuando se vuelven a encontrar ya no se pueden reproducir, con los lenguajes sucede un fenómeno muy enriquecedor: ambos lenguajes incorporan palabras del otro a su vocabulario. También es triste decir que algunas palabras se dejan de usar o cambian su significado.

¿Y qué pasa cuando se usan las máquinas de forma cotidiana? La mejor forma de explicar este fenómeno es con una anécdota.

Hace años, cuando los sistemas computacionales no eran muy estables, las máquinas se solían trabar o inhibir, por lo que en las computadoras personales, al lado del botón de encender y apagar, había un botón más pequeño con la palabra “RESET” (que se puede traducir como Reiniciar), lo que hacía este botón era un proceso de apagado y encendido de la máquina, donde toda la información que no había sido guardada de forma física se perdía. Y sin embargo, resultó muy útil en muchos casos volver a empezar aunque se perdieran datos.

Este mecanismo fue tan socorrido que al final se incorporó la pabla RESET a nuestro vocabulario. Aunque oficialmente no es reconocida por la Real Academia de la Lengua Española, es de uso cotidiano escuchar expresiones como “debes darle un reset a tu vida” en boca de amigos recomendando abandonar un trabajo o una relación sentimental.

Reset mundial
En la actualidad, y dadas las situación económica, política y tecnológica en que vivimos, muchos sectores claman por hacer un reset en la humanidad y empezar de nuevo. ¿Pero cuantos pasos se deben dar atrás? ¿Cuál es la involución y nueva evolución de la humanidad? ¿Es esto sano o no es más que un discurso demagógico de políticos para ganar votos?

A veces un conjunto de acontecimientos, sin ser planificados o provocados, suceden en la humanidad generando un cambio de ciclo. Los siguientes hitos históricos se podrían considerar como los desencadenadores de un Reset Mundial:

  1. El descubrimiento de nuevas rutas comerciales, y en particular el descubrimiento de América en el siglo XV.
  2. La reforma protestante iniciada por el sacerdote alemán Martín Lutero.
  3. El artículo La revolución de las esferas celestes, escrita por un joven astrónomo polaco sobre la forma en que está dispuesto el sistema planetario.

Y de los tres, el más representativo como un reset en el conocimiento es el tercero. Por eso en la biblioteca central de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el mural que representa la Edad Media, su nombre ocupa un lugar muy especial.

Y para quienes no se han dado cuenta de quién es, Nicolás Copérnico y el Reset Mundial al que se hace referencia se suelen enseñar en la escuela como el Renacimiento, dos temas que se tgratarán en los siguientes artículos.

Para quienes gustan del cine, el trailer de la película de En el nombre de la Rosa, con Sean Connery: http://bit.ly/2hgRuyT.

Para quienes les gusta adelantarse en la escuela, el artículo escrito por Nicolás Copérnico, el cual revolucionó el pensamiento científico de la Edad Media: http://bit.ly/2fbyca1.

*El autor es matemático. Reside en Madrid, España.

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