LA BUFADORA

lunes, 16 de enero de 2017 · 00:00
La tormenta perfecta
En el devenir político de Baja California y el país durante los últimos 25 años no se había visto una alineación de planetas tan tremendo en contra de los mexicanos, algo así como una tormenta tan perfecta… ¿la razón?, ¿será que estamos salados, ¿estamos pagando nuestros pecados?, ¿será que la Diosa Tara ya nos agarró de su puerquito? La verdad nos hace falta una limpia con pirul.
En el ámbito municipal no se ve por dónde; el alcalde Marco Antonio Novelo Osuna por más que quiere hacer pareciera que le llueve sobre mojado, porque con esta racha de precipitaciones pluviales los baches se multiplicaron, que como ‘gremlins’ invadieron la ya de por sí bombardeada ciudad. 
La recolección de basura apenas comenzará a regularizarse con la adquisición de 8 camiones nuevos, pero las nuevas lámparas de alumbrado público que se instalaron al final de la administración de Gilberto Hirata Chico, están prendidas de día y apagadas de noche. Y por si fuera poco los regidores pidiendo más recursos para disfrazar sus anticipadas precampañas políticas.
Además, como la deuda del Ayuntamiento se elevó a 2 mil 200 millones, resultan que no hay dinero para despedir a cientos de empleados de confianza que incrustó en la nómina el profesor Hirata. ¿A estas alturas todavía no se sabe realmente el monto de la deuda escondida de la anterior administración?
Es por eso que preocupa la tibieza de quien despacha como síndico procuradora municipal, Karina Castrejón, quien tal parece que sólo recibe indicaciones del coordinador estatal del Partido del Trabajo, Armando Reyes Ledesma, a quien en los hechos señalan con el síndico impéctore.
Y para colmo subieron los impuestos y la inseguridad se siente por la sucesión de varios hechos violentos, que aunado a las dificultades para brindar los servicios públicos de manera eficiente los ensenadenses sólo observan cómo crece sobre ellos una nube de incertidumbre y desconfianza.

Causas y efectos
La aprobación de la ley del agua sin haberla consensado con otras fuerzas políticas, pero sobre todo no socializarla cuando había argumentos contundentes a su favor, más la ocurrencia del reemplacamiento, se sumaron a la falta de obra e inversión pública; y en el caso de Ensenada todavía está latente el enojo la entrega de Santa Anita a Playas de Rosarito, la pobre promoción económica del municipio más grande del Estado, el olvido de la zona rural Sur, las quejas de los pescadores, de vitivinicultores y la poca presencia de los secretarios estatales y su desdén hacia los empresarios contribuyeron al calentamiento de la olla de presión.
Y para acabarla de amolar, a nivel local las autoridades reaccionaron tarde al gasolinazo, pues no implementaron un operativo de logística ni de operación política para contener el desabasto y las protestas, y reaccionaron demasiado tarde, dado que dejaron pasar cuatro días para responder.

El dólar
La devaluación del peso frente al dólar, combinado con el gasolinazo y la baja de los precios del petróleo es la gota que derramó el vaso, y lo peor para el Gobierno federal es que la gente culpa de lo anterior a la reforma energética, que en los hechos comenzó con el pie izquierdo. Y con todo este escenario no hubo control de daños.
Esta pesadilla se prolonga, pero no sólo sucede en Venezuela, porque estamos hablando de México y de Baja California.
Ante este panorama, pasando por una gravísima crisis económica y falta de credibilidad de toda la clase política en el poder y sus partidos, ha destruido la confianza en las instituciones públicas, porque los ciudadanos perciben de forma negativa al gobierno. 
Lo anterior provocó que la sociedad despertara, de ahí que las protestan no se detengan, entre las auténticas y las que convoca los oportunistas de siempre, pero la realidad es que la gente salió a las calles, siendo hasta ahora la manifestación más grande la registrada en Mexicali el jueves pasado.
Hace décadas que no sucedía esto. Lo cierto es que, la gota que derramó el vaso es la grosera y ofensiva corrupción en los tres órdenes de gobierno y en los partidos políticos.
Hace 30 años en Baja California se pedía la renuncia del entonces gobernador Xicoténcatl Leyva Mortera, debido a causas similares: corrupción, abuso de poder, ineficiencia, impunidad; pero hoy los mexicanos piden la renuncia de todos los gobernantes. 
La gente se hartó de promesas incumplidas y en este momento quieren que los servidores públicos se bajen el sueldo, dejen de gastar lo que no tienen, que encarcelen a los corruptos y que hagan una limpia de secretarios que no sirven más que para cobrar y enriquecerse. 
Le buscaron ruido al chicharrón, se armó la bitachera, se les apareció Juan Diego.

...

Comentarios