LA BUFADORA

BUFADORA

Por El Mosquito
lunes, 13 de noviembre de 2017 · 00:00

Antes de que finalice este mes de noviembre las dirigencias nacionales de todos los partidos habrán de confirmar si competirán en alianza con otras fuerzas políticas y también deben definir el método de selección de candidatos a la presidencia de la república, senadurías y diputaciones federales, así como designar a los contendientes que postularán en los Estados donde se lleven a cabo elecciones locales, sin embargo, en la mayoría de los casos prevalecerá el dedazo.

Y además de la incidencia que tendrán las alianzas al momento de la repartición de candidaturas, la obligación de cumplir con los criterios de paridad de género será de nueva cuenta un factor determinante para detonar o cancelar las aspiraciones de muchos hombres y mujeres, quienes a través de las redes sociales no ocultan sus intenciones de alcanzar un cargo de elección popular.

Pero quien ya citó a todos sus coordinadores de organización, que de hecho son los eventuales candidatos por haber sido los mejor posicionados en las “encuestas”, es Andrés Manuel López Obrador, quien el próximo 20 de noviembre se reunirá con ellos en la Ciudad de México; por tanto, si de aquí a esa fecha no hay cambio de señales, acudirá a la capital del país Armando Reyes Ledesma, coordinador del Partido del Trabajo en Baja California, para ser ungido como el aspirante de la coalición Morena-PT a la diputación federal por el Distrito 03 con cabecera en Ensenada, aunque hace 15 días el comisionado nacional de Morena en Baja California, expresó su distanciamiento y desacuerdo con Reyes Ledesma y el Partido del Trabajo, porque Claudia Agatón Muñiz -diputada local del PT- votó a favor del proyecto para crear un C5 en el Estado; por lo tanto, es cuestión de días para saber en qué termina este primer capítulo.

Unos cuántos pendientes
¿Quiénes deben establecer la agenda de prioridades durante las próximas campañas políticas? Lo ideal sería que fuera la sociedad a través de sus grupos organizados (empresarios, académicos y asociaciones civiles) los que definieran los temas de esa agenda, porque si bien la mayoría coincide en que se necesita un cambio de régimen y de política fiscal, se requiere de diagnósticos certeros para comenzar a resolver los problemas y rezagos, que permitan, por ejemplo, que Ensenada supere el estancamiento económico que padece desde hace 25 años.

La tarea no es fácil porque se necesitan proyectos viables, con visión de largo plazo, que en verdad respondan a necesidades sociales y no se queden a medias como las plantas de tratamiento de aguas residuales, que arrojan al mar cientos de metros cúbicos por segundo, debido a que hace 20 años no hubo la inteligencia ni la voluntad política para construir la infraestructura y fomentar la cultura que permitiera su reuso. Y este es apenas un tema, dado que la lista de pendientes es tan larga como la misma península.

¿Cuál será la propuesta fiscal que los ciudadanos organizados le exigirán gestionar a los próximos legisladores federales?, ¿quiénes arrastrarán el lápiz para que en realidad se lleve a cabo una mejora regulatoria que simplifique los trámites, combate la corrupción, aliente las inversiones e incremente la competitividad?, ¿qué apoyos demandará la comunidad científica de Ensenada para incidir en las políticas públicas que implementa la federación en este municipio y el resto del Estado?, ¿el Valle de San Quintín por fin será considerada una región prioritaria?, ¿será posible que en el siguiente trienio legislativo federal sea posible que concluyan el libramiento carretero El Sauzal-Maneadero?, ¿podrá modernizarse el “tramo de la muerte” Chapultepec-Maneadero?, ¿se construirá la carretera alterna a la Escénica Tijuana-Ensenada?, ¿avanzarán los proyectos del ferrocarril Tecate-Ensenada, la ampliación del recinto portuario de El Sauzal y el aeropuerto civil en el Valle de Ojos Negros?, ¿proseguirá el Bulevar Costero y el Malecón?, ¿la guarnición militar de El Ciprés podrá ser el bosque de la ciudad con frente de mar?

Está claro que sin agua, energías alternas, infraestructura, mejora regularía y reforma fiscal el futuro de Ensenada y su población es sombrío, pero si continuamos con esta pasividad, indiferencia y apatía social, escalarán más los delitos de alto impacto y se perderá por completo la calidad de vida.

Los habitantes de Ensenada pagan hoy una factura muy alta por dejado hacer y dejar pasar los excesos y corruptelas de sus gobernantes. De mantenernos como espectadores la situación va a empeorar.
 

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