LA COMEDIA POLÍTICA

El abogadito de CDMX

Por Dan T.
miércoles, 8 de noviembre de 2017 · 00:32

Los políticos que piensan chiquito se inventan grandes proyectos. Suponen que hacer algo grandote les ayuda a disimular lo chaparro de sus capacidades. Y tal es el caso de Manuel Granados, el consejero jurídico de la Ciudad de México, o como lo llaman sus compañeros de gabinete: el abogadito.

Sin decir agua va -de hecho no se sabe siquiera si lo consultó con Miguel Ángel Mancera-, el abogadito salió con la novedad de que van a expropiar el terreno de Álvaro Obregón 286, donde se derrumbó un edificio de oficinas. Expropiar es la manera que tiene el gobierno para agandallarse lo que no es suyo. En este caso, el pretexto para quedarse con el terrenazo en plena Colonia Roma es que ahí quieren construir un memorial para las víctimas del sismo. ¿Y por qué ahí? Por sus pistolas. Por alguna extraña razón, Granados decidió que esa concurrida esquina era el mejor lugar para construir un monumento para supuestamente recordar a quienes murieron por el terremoto del 19 de septiembre. ¿Bajo qué argumento quieren expropiar? Según Granados que porque ahí murieron 49 personas, el número más alto en todos los edificios derrumbados. ¿Y su muerte fue culpa de los dueños del terreno? Pues hasta donde se sabe, no, pero el funcionario ya decidió que ellos tendrán que pagar los platos rotos. ¿Por qué no, entonces, también expropian el Colegio Rébsamen, dado que ahí sí está demostrada la negligencia de la dueña? Pues porque Granados algún interés tendrá en desviar la atención de la muerte de esos niños. ¿Y ese memorial cuánto va a costar? No lo dijo Granados, pero sabiendo que le gusta pagar sobreprecio en todo, seguramente nos va a costar más caro que mandarle a hacer trajes de charro con botones de plata a todos los diputados federales. ¿Y por qué ese dinero no se usa para apoyar a quienes perdieron su casa, que seguramente querrán primero un techo antes que un monumento? Pues porque Granados no está pensando en la CDMX, sino en lucirse a ver si así consigue alguna candidatura el próximo año. ¿Y las víctimas de los sismos ya conocen el proyecto del memorial? Pues en realidad no, porque ni siquiera existe el proyecto en sí. Hasta ahora sólo es baba de perico de Granados, al que seguramente le urgía aparecer en televisión y por eso se sacó esa ocurrencia de la manga. ¿Y Miguel Mancera está de acuerdo con esta payasada? Tampoco se sabe, porque no ha salido a decir que apoya la idea, pero tampoco se ha atrevidos a darle sus coscorrones al abogadito. ¿Un memorial? ¡Bah! Como si a los mexicanos se nos pudiera olvidar el sismo.

¡Pura vida!
Un campesino tenía un toro que era un auténtico campeón como semental. No había vaca que se le resistiera: las embarazaba de inmediato y, además, les hacía de golpe hasta tres becerros de la más alta calidad, cosa nunca antes vista. Obviamente, el dueño del toro ganaba mucho dinero alquilando al animal, por lo que el resto de los granjeros del pueblo decidieron unirse y le pidieron al alcalde que, con los impuestos de todos, comprara al toro. De esa forma, explicaron, se convertiría en un servicio público y ellos no tendrían que pagar tanto por alquilarlo. El dueño del animal aceptó pues le ofrecieron una suma que, sin duda, superaba por mucho el valor del toro. Así que lo vendió y se lo llevaron a la granja municipal. El primer día de su “trabajo”, al toro le pusieron enfrente tres vacas y ni las peló. Le trajeron una vaca holandesa y ni siquiera la miró. Y, así, vaca tras vaca que le fueron presentando, a todas las ignoró. Los granjeros estaban desesperados, y más el ex dueño pues lo que menos quería era devolver el dinero que le habían pagado. Fue con el toro y le dijo:

--Torito, amigo, ¿qué te pasa?, ¿por qué no has preñado una sola vaca?
--¿Estás loco? Yo ya no trabajo, ¡ya soy funcionario público!

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