LA OTRA HISTORIA

El rey de la mentira

Por Lucía Garayzar*
miércoles, 13 de diciembre de 2017 · 00:00

A principios del siglo XIX, después de una gran estafa con cupones de lotería y un periódico llamado “The Herald of Freedom” en el que las noticias no eran veraces, Phineas Taylor Barnum acaba en prisión, agudizando su conocimiento para realizar toda clase de estafas y tretas, que al quedar libre pondría en práctica.

Barnum, al salir de la cárcel estaba convencido que él no había nacido para trabajar, así es que decidió convertirse en showman. Su primera adquisición fue una mujer afroamericana invidente a la que llamo “Joice la bicentenaria” y a quien presentaba como la auténtica niñera del propio George Washington.

El rey de los mentirosos poseía gran carisma y talento cuando de mentir se trataba, pero su habilidad para mantenerlas era tal, que rápidamente logró hacerse dueño de un predio y de una compañía de espectáculos de poca monta. Su espectáculo itinerante fue presentado por todo Estados Unidos, hasta que en 1941 fundó un museo con su nombre; Barnums American Museum. Este dichoso museo prometía 50 mil sorpresas y maravillas que terminaban siendo una rotunda mentira. Su primera exhibición, sería la primera entre las muchas rarezas humanas. Las favoritas: las deformidades humanas.

En el museo exhibía una máquina que desaparecía dinero”; (simple y sencillamente se ponía dinero dentro de esta y la máquina se encargaba del resto), y no sólo eso, también tenía mucho éxito la escena en la que salía vestido de Cupido, en la que el hombre cornudo debía caer enamorado de la mujer barbuda-. Jajajajajj ¡imagine usted semejante espectáculo!

Sus andanzas por New York lo dejaron muy mal posicionado, ya que en el camino se dedicó a estafar a medio estado, y por ende acumuló varias recompensas tras su cabeza. Esto lo obligó a trasladarse al Viejo Mundo, donde fue recibido como un héroe, llegando a niveles de fama que jamás imaginó. Invitado personalmente por la Reina Victoria, Barnum extendió su acto de “asombros y maravillas” en el Palacio de Buckingham y en toda Europa a expensas de la corona.

Pasaron los años y con cada nueva temporada una flamante estafa nacía, los engaños se acumulaban como hojarasca de otoño. En 1871 gracias a esa montaña de mentiras y shows bizarros nace el “P. T. Barnum’s Grand Traveling Museum, Menagerie, Caravan & Hippodrome”. De este circo y los subsiguientes se originaron leyendas que perduran hasta el día de hoy como Jumbo “El elefante más grande del mundo”; o la gigante Anna Swan, sin embargo, sería su representación de un hipódromo romano lo que más dinero, prensa y controversia traería.

En 1891, con una fortuna gigantesca, Barnum muere quedando en su rostro una sonrisa que sorprendería a los concurrentes de su funeral. Años más tarde una estatua de bronce puro sería levantada en su honor en el Seaside Park.

Amable lector: ¡qué historia! Sobre todo por la gran similitud que existe entre el rey de los mentirosos, con la mayoría de los mentirosos que hoy nos gobiernan. Cada nueva temporada nace una estafa perfecta, se acumulan los engaños, siguen las promesas incumplidas; desaparece dinero, no sé si exista una maquina igual a la de aquel tiempo, pero sí creo que sea una muy parecida, porque de que se cumple el cometido, se cumple y bien, ¡el dinero se desaparece quieran o no!

¿De qué son capaces los políticos con tal de sentarse en la silla embrujada?; son capaces de absolutamente todo, algunos se convierten en payasos, otros en actores dignos de un Oscar, pretendiendo hacerle creer al ciudadano que su sensibilidad y sencillez son de otro planeta; sobreabundan los doble moral, los que se dedican a pregonar su honestidad, su intachable relación matrimonial y familiar, cuando son ellos mismos quienes en el camino se encargan de tirar su imagen por el suelo; los buenos, los idóneos son los menos.

Nada de malo tiene aspirar gobernar un pueblo, al contrario, lo malo es que los inteligentes, los capaces, los audaces, los honrados, los valientes y los justos, no se ven por ningún lado.

* La autora es profesora

lucygarayzar@hotmail.com
 

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