Suciedad inaceptable

La participación ciudadana es necesaria para mantener limpia la ciudad.

Arcángel Rojo

Sábado al mediodía, crucero turístico atracado en el puerto y decenas de visitantes en los antros de la calle Primera y la avenida Ruiz; pero una caminata por la zona muestra que a pesar de todo Ensenada se resiste a convertirse en una ciudad turística: basura por doquier, calles y banquetas que dan asco.

A lo anterior, habrá de agregársele una gran cantidad de locales comerciales desocupados y sucios, por dentro y por fuera, algunos con ventanas cubiertas con hojas de tryplay o de madera en pésimo estado, dando la impresión de estar en pleno abandono por parte de sus propietarios, a quienes no parece importarles la imagen urbana de la zona turística (eufemismo puro); quizá no radican en Ensenada.

Cuando en una esquina se escucha a turistas quejarse por los vidrios de una botella de cerveza rota en la banqueta, da pena y causa frustración e invita a recorrer detenidamente con la mirada todo el entorno y con tristeza se aprecia que no se salva nadie, todos los frentes de los negocios están deplorables, con vasos desechables, papeles sucios, envases de cerveza, popotes, etc., pululando por banquetas y calles.

Y no, no se ve a nadie, a ningún empleado de algún antro limpiando el frente de esos establecimientos; al menos de lunes a viernes poco antes de las siete de la mañana, recorre la calle primera una unidad del gobierno municipal recogiendo enormes cantidades de basura de los depósitos ubicados en la vía pública, siendo acompañada por un grupo de personas quienes van barriendo la basura no empacada.

Pero… ¿por qué el gobierno municipal recoge basura dejada en la vía pública afuera de los negocios de la calle primera, cuando es evidente que es generada por ellos? ¿Acaso estos negocios no deberían pagar un servicio privado para ello? ¿No se multa a nadie por tirar tanta basura en la vía pública?

Es cierto, le corresponde al gobierno municipal mantener limpias las calles y banquetas, pero qué sucede si por alguna razón ese servicio falla un día o si no se presta los fines de semana. ¿No está en el interés de los propietarios de los antros y demás comercios de la zona el mantener sus frentes limpios?

Indudablemente, Ensenada es una ciudad con un gran potencial turístico, pero lo disimula muy bien; ello, gracias a muchos ensenadenses quienes inhiben que ese potencial detone como bien pudiera, porque no toman conciencia sobre la importancia táctica de la imagen urbana para efectos turísticos.

El ensenadense se ha vuelto descuidado con su ciudad y especialmente la zona turística, manteniéndola sucia, tanto los propietarios de los antros como los propios clientes, quienes la dejan sucia todas las noches. ¿Acaso no ganan suficiente como para contratar un servicio de limpia para calles y banquetas?

No todo es responsabilidad del gobierno y por más esfuerzos que este haga, parece imposible mantener limpia la zona turística – y en general todas las zonas comerciales – si los propietarios de negocios y los usuarios no ponen algo más, primero para no generar tanta basura y segundo para limpiarla.

Quizá Proturismo pudiera encabezar un esfuerzo para organizar a los propietarios de los antros y demás negocios de la zona turística, en aras de acordar acciones para mantenerla limpia a diario y durante todo el día, incluso para mejorar el terrible aspecto ofrecido por los establecimientos desocupados.

De no querer colaborar solidariamente y con el ánimo de ser una ciudad más atractiva y competitiva, dando una imagen de pulcritud dentro y fuera de los negocios, parecería que la alternativa sería diseñar una contribución para financiar un programa de limpieza permanente en la zona turística o quizá instalar de una buena vez los estacionómetros y cargar ese programa al usuario en la tarifa de cobro.

Lo evidente, es la suciedad prevaleciente en la zona turística y el gobierno no puede ser omiso ante ello, como tampoco los empresarios de ese perímetro. Para ser una ciudad turística, hay que parecerlo.

rdanielspinto@hotmail.com