ECONOMÍA Y POLÍTICA

Populismo navideño

Por Otra vez, uno los hará creer que la luna es de queso, otro dirá que tiene soluciones mágicas y alguno les prometerá que él es su salvador. Arcángel Rojo.
martes, 26 de diciembre de 2017 · 00:00

Rolando Daniels Pinto

Deseándoles a todos hayan pasado una Nochebuena en paz así como una Feliz Navidad y a una semana de iniciar el 2018, en estos tiempos de reflexión es imposible soslayar la demagogia navideña emitida por los tres precandidatos aspirantes a contender -si nada se les atraviesa- por la presidencia del país.

Como prometer no empobrece sino dar es lo que aniquila, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya Cortés, en caso de llegar a la primer magistratura de la nación, proponen gastarse buena parte del presupuesto federal en transferencia directas de dinero, el primero a los jóvenes Ninis (Ni estudian, ni trabajan), en tanto el segundo a todos los mexicanos, aunque no dice si por nacimiento y/o adopción.

Con singular alegría AMLO propone transferir $3,600 pesos mensuales a 2.3 millones de jóvenes ninis, según se dice, en tanto se capacitan en un oficio o trabajo técnico, aunque no se comenta cuánto duraría esa capacitación y qué sucedería si después de la misma persisten en la ominosa categoría de “nini”.

En números, la brillante idea del Peje le costaría mensualmente $ 8,260 millones de pesos al erario, es decir, $ 99, 360 millones de pesos anuales; por su parte, la brillante idea del Niño Maravilla, tomando la población del país en 2016 -127.5 millones de personas- y un ingreso universal de 10 mil pesos, le costaría al erario 1 billón, 275 mil millones de pesos /mes, o 15 billones 300 mil millones de pesos/año.

El problema surge cuando se revisan algunos antecedentes, como las universidades del DF creadas por AMLO, las cuales se caracterizan por todo, menos por su calidad académica. ¿Igual sucedería con los programas de capacitación a ninis o, quién garantiza su viabilidad? Incluso, los programas de inserción laboral ya existentes del gobierno federal, también son ninis, ni garantizan empleo ni mejores salarios.

Por otra parte, el ingreso universal propuesto por Ricardo Anaya pretende ampararse en supuestas teorías de premios Nobel de Economía y en medidas similares aplicadas en Finlandia, Holanda y Canadá; la cuestión es la insuficiente comprensión de la teoría económica por parte del precandidato, es abogado, así como el diferente contexto fiscal y socioeconómico entre México y los países aludidos.

Peor aún, si el Peje o el Niño Maravilla llegaran a gobernar, aun y cuando su secretario de Desarrollo Social quisiera cumplir las promesas de su jefe, su eventual secretario de Hacienda les pondría el alto; la razón es muy sencilla -como diría Sergio Esquivel- “sacando cuentas no me alcanza con la vida”.

Pero, al principio de la especie, se hacía referencia a tres precandidatos, es decir, aparte del de Morena y el PAN, está el del PRI -sus aliados dan pena ajena y son de relleno- el Dr. José Antonio Meade Kuribreña, quien se supone es el mejor preparado de todos, pero hasta hoy lo ha disimulado muy bien.

Si bien Pepe Toño no ha realizado propuestas económicas populistas y descabelladas, tampoco ha hecho ninguna. Pero como el populismo se contagia, el Dr. Meade ya habla de los tiempos de las mujeres y las niñas, quienes -dice él- serán los pilares del desarrollo futuro de esta gran nación.

¿Y los hombres, Pepe Toño, dónde los (nos) dejas, acaso sus (nuestros) votos valen menos que los de las mujeres? ¿Y los hombres que todos los días en este país se levantan a trabajar con el fin de llevar con dignidad el sustento a casa, así como los niños y jóvenes que aspiran a una mejor vida, son (somos) menos importantes que esas bellas mujeres y niñas a las que hace referencia el precandidato del PRI?

Sin propuesta económica alguna, ni siquiera populista, el Dr. Meade inicia su precampaña con un discurso cargado de misandria y desvalorando el aporte que los hombres de bien le hacen a este país; ese es el problema del populismo, obnubila la razón y hace espetar a ciertos políticos propuestas incumplibles o con alto costo social y de eso, los hombres y mujeres de México, están (estamos) hartos.

rdanielspinto@hotmail.com
 

...

Comentarios