BUFADORA

Aunque las circunstancias han cambiado y la tecnología digital está presente en la mayor parte de nuestras actividades cotidianas, los residentes de Ensenada -los nativos y migrantes-, desde hace 22 años perdieron el entusiasmo de participar o involucrarse en tareas partidistas y en las campañas políticas.

Los ciudadanos que radican en este municipio, alguna vez denominado “cuna de la democracia”, se desencantaron muy pronto de la democracia representativa, y desde 1995 la mayoría se mantienen como simples espectadores, y sólo expresan su inconformidad a través de las redes sociales.

Esta pasividad ha permitido que se recicle en el poder la clase política de siempre, basta con revisar quienes eran los activistas sociales u opositores de antaño, para confirmar que siguen siendo representantes populares o servidores públicos.

Por ejemplo, seguimos hablando de las mismas personas, como Ernesto Ruffo, Abraham Correa, Armando Reyes, Ana María Fuentes, Claudia Agatón, Rocío López Gorosave, Enrique Pelayo, Gilberto Hirata, Pablo Alejo López Núñez, Eloísa Talavera, Hugo Zepeda, Arturo Alvarado, Carlos Loyola y Julio Felipe García Muñoz, por mencionar algunos, pero la constante en todos ellos es que tienen amplia experiencia en la administración pública, están arraigados y conocen la problemática municipal y regional. ¿Entonces por qué se incrementó el abstencionismo?, ¿por qué retrocedimos en materia de seguridad pública?, ¿por qué dejamos de ser competitivos?, ¿por qué no se resolvió el desabasto de agua?, ¿acaso el motivo fueron sus diferencias ideológicas?, ¿por qué nunca se unieron para presentar un frente común por Ensenada?

Entre las posibles respuestas hay una que no es tan complicada: Ensenada carece de liderazgos fuertes, porque también en el sector empresarial y grupos intermedios se observa la misma tendencia: sus cuadros directivos casi no se renuevan, no hay relevo generacional.

Y así, entre la indiferencia y la apatía el municipio pierde viabilidad porque no hemos sido capaces de elaborar una agenda común. Los ensenadenses somos invisibles ante los ojos del Estado y la federación porque además de ser poquitos estamos divididos. Lo peor es que nadie vendrá de fuera a resolver nuestros problemas.

Es aquí donde la comunidad científica que radica en Ensenada debería asumir un papel de mayor protagonismo y comenzar a pagar su deuda social, porque forman parte de instituciones públicas que se supone está al servicio de la sociedad. Urge que las mentes más brillantes de la plaza aporten lo que saben e influyan en las políticas públicas.

No se trata de buscar culpables, sino de asumir responsabilidades sociales que vayan más allá del discurso. ¿Cuántos levantarán la mano?

Las elecciones apenas si representan la acción inicial de la participación social.

Critican precampaña
El precandidato presidencial del PRI, José Antonio Meade, es rehén de los grupos más tradicionales del tricolor que lo alejan del ciudadano, advirtió la autodenominada “Corriente Crítica”.

La organización adherente de ese partido tachó además de soberbios y faltos de experiencia electoral a los coordinadores de la campaña tricolor.

“Al tener un candidato que desde su origen no es priista, hay que recordar que el lema de campaña aleja lo tradicional del partido, Meade se hace más rehén de las organizaciones tradicionales”, afirmó Ramón Ruelas, líder de la Corriente Crítica en el estado de Jalisco, donde el precandidato tuvo un evento.

“(Los sectores tradicionales del PRI) le están vendiendo caro ese arropamiento y en esa venta no están permitiendo que llegue al priista de pie en tierra, el de las necesidades”, añadió.

Genaro Morales Rentería, dirigente nacional de la corriente, recordó que las organizaciones adherentes tienen más de medio millón de afiliados, por lo que urgió a un cambio de estrategia en la precampaña de Meade.

“El equipo de campaña de ‘Pepe’ Meade debe revisar cómo están haciendo las cosas. Hay que recordar que ni el presidente del partido (Enrique Ochoa), ni el candidato (José Antonio Meade), ni el coordinador de campaña (Aurelio Nuño) han competido ni para jefes de manzana, no tienen la experiencia electoral.

“Sólo han sido dos eventos importantes los que ha tenido el precandidato: la interrupción por parte de la comunidad lésbico gay y el hecho de que se haya disfrazado de chamula. De ahí en fuera, la precampaña ha sido gris”, sostuvo.

En su momento, la Corriente Crítica apoyó la precandidatura de Ivonne Ortega e impulsaron que la elección del aspirante del PRI fuera por consulta a las bases, lo que no ocurrió.