Las fosas mexicanas en Holanda

Lucía Díaz es la fundadora del colectivo El Solecito. Su hijo, Luis Guillermo Lagunes Díaz, de entonces 29 años, desapareció en 2013. Desde de esa fecha lo busca incansablemente. Ella está en Holanda invitada por Justice and Peace, organismo que protege a defensores de derechos humanos.

Como otros colectivos de búsqueda de desaparecidos, han tomado el asunto en sus propias manos, pues por parte del gobierno y sus instancias encargadas de la procuración de justicia, han encontrado desinterés, ineficacia y falta de recursos.

Los miembros de la brigada de búsqueda avanzan bajo el intenso calor y la humedad en Veracruz. Llevan unas largas varillas en forma de cruz, que entierran en la tierra en busca de restos humanos. Han encontrado varias fosas clandestinas en aquella entidad, donde según reportes del Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas hay 665 casos ocurridos durante la gestión de Javier Duarte, cifra que los colectivos consideran muy por abajo de la realidad.

El Solecito encontró las fosas de Colinas de Santa Fe, la mayor fosa clandestina en México, donde exhumaron 249 cuerpos y 14 mil restos óseos. Esta fosa está a 15 minutos del centro de Veracruz, y junto a la zona federal del recinto portuario.

Lucía Díaz buscó apoyos en Alemania, y ahora gracias a eso pueden realizar brigadas de toma de muestras a los familiares de desaparecidos con el apoyo de forenses de Guatemala. Tienen mil 350 muestras. “No venimos a pedir dinero”, dice enfática. “Venimos a visibilizar el problema”. Han llevado 40 casos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a Amnistía Internacional.

Esta semana entregan el premio Tulipán de los Derechos Humanos a Graciela Pérez Rodríguez, fundadora del colectivo Ciencia Forense Ciudadana, en Tamaulipas. Ella busca a su hija, quien viajaba junto con otros familiares, desaparecidos en 2012 en aquella entidad.

El propio Ministro de Relaciones Exteriores holandés, Halbe Zijlstra, entregará el premio a Pérez Rodríguez, que consiste en una escultura y 100 mil euros para que puedan seguir adelante con su labor.

Destaca la coincidencia de estas dos valientes mujeres en Holanda, país que ha dado prioridad a sus acuerdos comerciales con México, y no ha oído las denuncias de violaciones a los derechos humanos ni condenado públicamente la violencia y la corrupción en nuestro país.

La cereza del pastel es la visita de la periodista Anabel Hernández la próxima semana, quien hablará sobre la situación de México en eventos que tendrán lugar en La Haya y Amsterdam. Hernández es una de las figuras más importantes del periodismo a la hora de denunciar los vínculos entre el poder y el narcotráfico.

En el foro donde se presentará la periodista en La Haya, está además la exposición Huellas de la Memoria, del artista Alfredo López Casanova, que usa las suelas de los zapatos usados por familiares de desaparecidos en la búsqueda de éstos, para llamar la atención sobre este problema en México. El horror de las fosas y la injusticia en México, llega hasta Holanda este diciembre.