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ECONOMÍA Y POLÍTICA

lunes, 17 de julio de 2017 · 00:00
Libre pensador universitario

Los hombres son criaturas muy raras: la mitad censura lo que ellos practican, la otra mitad practica lo que ellos censuran
Benjamín Franklin (Político, científico e inventor estadounidense)


Afirmar en medios de comunicación que un universitario causa vergüenza por expresar libremente su pensamiento crítico es un soberano contrasentido; en todo caso, quienes deben sentirse avergonzados son los aludidos, porque quien los critica considera tener los elementos suficientes para cuestionarlos.
Que si se utiliza para ello el sarcasmo y la sátira… ¿Qué de malo y novedoso tiene ello? A lo largo de la historia, esas figuras retóricas han sido sumamente socorridas para cuestionar con ironía el actuar de los personajes públicos. Por ejemplo, en lo local nadie cuestiona la puesta en escena de la sátira política "El Tenorio de los Periodistas”, siendo muchos de sus protagonistas egresados de alguna universidad.
¿Entonces por qué se calumnia a quien de forma aislada y por cuenta propia cuestiona el actuar público de diversos políticos, incluyendo a sus portavoces, pero sin involucrar a nada ni a nadie en su dicho, más que a los aludidos y a él mismo? ¿A esa tolerancia y libertad de expresión es a la que se aspira?
¿Por qué en lugar de rebatir y/o debatir de frente lo cuestionado por su crítico (quien no se esconde para hacerlo), periodistas alineados a los representantes de la "Esperanza de México”, ocultándose en un alias – cuyo significado coloquial es el de fanfarrón y fantoche – pretenden involucrar a personas e instituciones ajenas absoluta y totalmente al dicho del libre pensador? 
¿Tanto les duele a esos políticos y sus periodistas afines, la ironía vertida por un simple y aislado crítico? Y es que ante la imposibilidad para desmentir los señalamientos pretenden censurarlo burdamente amenazando su fuente de empleo con intrigas basadas en calumnias, la invención de fantasías soeces y la autovictimización. ¿Esa es la nueva "República Amorosa” que le ofrecen al país?
Es curioso cómo, los representantes locales del "Renacimiento de México”, tengan la piel tan sensible y sean tan intolerantes con la crítica realizada con sátira y sarcasmo, cuando ellos a diario hacen exactamente lo mismo mediante spots o a través de programas de televisión conducidos por sus voceros oficiosos en un medio de comunicación a su pleno servicio; olvidan que a puñaladas iguales llorar es cobardía. Además, los personajes públicos deben acostumbrarse a la crítica o, en su caso, desmentirla, o reclamar su derecho de réplica e incluso – si se miente – exigir una disculpa pública.
Pero no, no se atreven a ello porque saben que su crítico no miente y que contra la sátira y el sarcasmo no tienen defensa; por eso, prefieren involucrar dolosa y groseramente a quienes no tienen velo en el entierro procurando que otros les hagan el trabajo sucio: amenazar la fuente de empleo para censurar al crítico universitario, quien fuera de sus horas de trabajo ejerce libremente su pensamiento, cuestionando la ética y el actuar de personajes públicos (políticos, líderes sociales, periodistas, etc.), generando debate y/o corriente de opinión en torno a temas que considera pertinentes polemizar.
Tanto a esos políticos que prometen el renacer de una república amorosa, como a sus corifeos, quienes se desgarran las vestiduras hablando de los derechos humanos, de libertades laborales y la libertad de expresión, pero que están acostumbrados a negarlas cuando les conviene, habría de recordárseles el contenido de los artículos 5º, 6º, 7º, 9º, 14, 16 y 123 Constitucionales que – muy a su pesar – protege a todos los mexicanos, incluyendo a los libres pensadores universitarios; cuestión que difícilmente podrán impedir. Y es que al final, como dice el refrán popular: Vergüenza es robar y que te descubran.

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