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LA BUFADORA

lunes, 24 de julio de 2017 · 00:00

Comité de recepción a EPN


Este lunes que el presidente Enrique Peña Nieto visita Baja California, la expectativa morbosa es en torno a dos aspectos: los anuncios presidenciales sobre los faltantes del Estado, quizás en ese orden, seguridad, agua para la costa, proyectos de inversión (ferrocarril, puerto y aeropuerto) y los desórdenes del Mexicali rechiste… perdón, resiste.

Lo relevante (aquí sí que depende del enfoque) es que el presidente, como representante del Poder Ejecutivo federal mostrará qué tanto sabe de la frontera, donde sus residentes perciben que no son vistos ni escuchados por la federación, producto de la distancia o del peso específico del Estado en lo político o lo económico, pero definitivamente invisibles a no ser que se caiga la carretera escénica o nos visiten haitianos, pero lo que es proyectos de desarrollo como en el interior del país, de eso mejor ni hablamos.

El entorno de la visita presidencial tiene polvo. Se levantó cuando el gobierno federal, estatal y municipal decidieron desbloquear la carretera Mexicali-San Felipe para abrirle paso a camiones que transportaban los tanques para la compañía cervecera.

El desbloqueo implicó empujones pero una avalancha de quejas y ex abruptos en las redes sociales, las que llaman este lunes en la capital para "expresarse” ante el presidente, aunque la queja ha ido principalmente por el presupuesto de 500 millones de pesos para el acueducto que llevaría agua del Valle a la compañía cervecera y la dotación del agua, dicen, que hace más falta en el Valle de Mexicali, donde se tiran mil 400 millones de metros cúbicos al subsuelo y por evaporación cada año.

Y sí, para ese efecto, no es igual tirar mil 400 que mil 393, por los siete que utilizaría la empresa para elaborar cerveza Modelo.

La pregunta es: ¿quién autorizó el desbloqueo 48 horas antes de la visita? Probable fue el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que estuvo en Mexicali 72 horas antes de la visita presidencial.

Osorio probablemente vino a eso, a conocer el estatus que guarda el Estado, como avanzada presidencial. También seguramente la agenda, además de la inseguridad y los crímenes violentos, cuya cuenta es mejor no recordar, surgió este, el del bloqueo carretero contra la empresa.

Naturalmente el jefe de la seguridad interna del país tomó una decisión, que no fue fácil ni rápido, porque en el ambiente había dos aspectos a considerar, el Estado de Derecho o picarle la cresta a los bolivarianos del agua. La uno implica liberar la carretera y dar certidumbre a la inversión extranjera. Lo otro, el riesgo de la cobertura mediática de excepción, aquella que observa sólo los detalles, no el fondo de las cosas; la que pica los gallos y los suelta al anillo.

Es posible que el presidente haga anuncios importantes este día, pero así sea la salvación del mundo, la "nota” la buscarán los discípulos del Fernandeznoroñismo. Hay quien disfruta más una mentada que el progreso del Estado. Ni hablar.

Se va Chris del PRI, al fin
No es secreto que por más de una década el PRI estatal transitó por una estabilidad que le dio, de menos a más, triunfos electorales -sin llegar a la joya de la corona, el gobierno estatal- como su clímax de 2010, cuando prácticamente arrasó con todas las alcaldías y casi da zapato en el congreso estatal.

Este año el PRI bajacaliforniano llega con los peores números de la historia y con el ánimo erosionado de sus militantes, prueba el crecimiento de fuerzas políticas emergentes, como Morena y Encuentro Social con más énfasis, así como de Movimiento Ciudadano y algunas corrientes independentistas en particular Ensenada. Eso, ante la desaparición de Partido del Trabajo, Nueva Alianza y Verde, de los recursos que cancela el órgano electoral estatal a partidos que no logran registro.

Con las expectativas por los suelos como fuerza política en el Estado -sin embargo, bien dicen que nadie pierde ni gana para siempre- se registran dos planillas a contender por la presidencia que de membrete y de chequera deja Chris López Alvarado.

Las de Jesús García Castro, dirigente del sector popular del PRI en el Estado -uno de los tres sectores pilares de ese partido- y David Ruvalcaba, diputado local y dirigente del Sitatyr, el otro sindicato de locutores cetemista, respaldado por su central obrera, una entre otras del otro sector pilar de ese partido.

Sin los típicos rollos de "las dos fuerzas que se disputan el PRI en el Estado”, los nombres de quienes contienden tienen que ver con su posición frente a la base militante, frente al electorado y especialmente frente a los gobiernos emanados con o contra el PRI, federal y estatal.

En ambas planillas la suplente es mujer. De Ruvalcaba va Mayra Robles, ex diputada federal, hermana de Javier Robles, ex alcalde de Rosarito. Ambos, golpeados. Ella por su dedito a favor del alza del IVA en la frontera y él por un desempeño que le costó al PRI la alcaldía de ese municipio. Del lado contrario a García Castro le acompaña la diputada Cinthia Ramos, prácticamente rostros nuevos en el tricolor.

¿Quiénes le respaldan? A Ruvalcaba el grupo cetemista encabezado por Eligio Valencia, René Mendívil y Miriam Ayón, además de Jorge Hank.

A Jesús García, le acompañó Lauro Aréstegui y Alberto Reza Saldaña, además de la diputada Federal Nancy Sánchez. En una fotografía, se observa con García y Ramos a los ensenadenses Julio Felipe García, Pavel Murillo, Ricardo Lomelí, entre otros.

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