ANDANZAS ANTROPOLÓGICAS
Norma Alicia Carbajal, amiga mía y de los pueblos indígenas.
POR Ling. Ana Daniela Leyva*
Esta semana tuvimos el privilegio de tener invitadas en casa, vinieron a tomar café Norma y Cristina, les habría encantado estar aquí y escuchar los interesantísimos temas que se tocaron; la vida ha sido generosa conmigo y me ha permitido tener, desde que tengo uso de razón, excelentes amigos. Cómplices de vida y de pasiones, todos y cada uno de ellos han aportado desde granitos de arena hasta rocas inmensas en mi conocimiento e interpretación del mundo.
Una de mis amigas maravillosas es Norma Carbajal, quienes se han acercado al trabajo con los grupos indígenas de Baja California deben conocerla. Con ella comparto varias pasiones como el bordado y el trabajo con los pueblos indígenas de la región; Norma conoce a la perfección la trama y la urdimbre de las relaciones socioculturales en las comunidades indígenas tanto de nativos como de los grupos asentados.
En 1977 inicia su contacto con los grupos indígenas de Baja California mientras trabajaba para la Secretaría de Agricultura, desde entonces ha acompañado a los miembros de las comunidades en su cambio y continuidad. Actualmente trabaja para la delegación estatal de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas –antes Instituto Nacional Indigenista- institución federal encargada de atender las necesidades y gestionar los recursos para el 7% de la población nacional, los indígenas. Norma ha visto cambiar tanto a la institución como a los indígenas; posee una memoria privilegiada, así que eso le ha permitido tener un mapa genealógico de la mayoría de las comunidades indígenas, si a ella no le es familiar un niño en algún evento donde participa la población indígena solo basta que le pregunte el nombre de sus padres y listo, aparece en su mente una red de conexiones familiares que le pueden decir al niño quién es y de dónde viene.
Conoce los secretos familiares, las reformas que han existido sobre el territorio indígena, los proyectos productivos exitosos y los no tan exitosos, recuerda qué investigador ha llegado a trabajar a estas tierras, lo que hizo y si generó un material escrito o audiovisual o si no hizo nada; Norma es una gran consejera para aquel que se muestre interesado por las cuestiones indígenas de la península.
Su ámbito laboral siempre ha sido el institucional, desde ahí ha buscado mejorar las condiciones de vida de los kumiay, paipai, kiliwa, cucapá, mixtecos, zapotecos, triquis, nahuas, huicholes o de cualquier grupo indígena del país que habite la península. Siempre se ha mostrado interesada por la leyes indígenas, las cuestiones de género, la cultura ancestral y juvenil indígena, todas las muestras patrimoniales y principalmente nos ha dado ejemplo de vida intercultural; comprendiendo desde lo propio la riqueza de lo ajeno y, desde lo ajeno, los desaciertos de lo propio.
El pasado 6 de agosto el Instituto CUNA le otorgó un merecidísimo reconocimiento por su trayectoria y tuve la fortuna de leer una breve semblanza de su vida, en ella se mencionó la generosidad de Norma y su cualidad de excelente narradora, ella comparte gustosa sus experiencias e interpretaciones de lo indígena y desde su inmensa sabiduría escucha a los demás con mucha paciencia; Mamá Rorma abre las puertas de su oficina y de su hogar a quienes lo hemos necesitado y he de decirles que, a los amigos, nos apapacha con todo su corazón.
*Investigadora del Cinah-BC
dani_leyva@yahoo.com
Una de mis amigas maravillosas es Norma Carbajal, quienes se han acercado al trabajo con los grupos indígenas de Baja California deben conocerla. Con ella comparto varias pasiones como el bordado y el trabajo con los pueblos indígenas de la región; Norma conoce a la perfección la trama y la urdimbre de las relaciones socioculturales en las comunidades indígenas tanto de nativos como de los grupos asentados.
En 1977 inicia su contacto con los grupos indígenas de Baja California mientras trabajaba para la Secretaría de Agricultura, desde entonces ha acompañado a los miembros de las comunidades en su cambio y continuidad. Actualmente trabaja para la delegación estatal de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas –antes Instituto Nacional Indigenista- institución federal encargada de atender las necesidades y gestionar los recursos para el 7% de la población nacional, los indígenas. Norma ha visto cambiar tanto a la institución como a los indígenas; posee una memoria privilegiada, así que eso le ha permitido tener un mapa genealógico de la mayoría de las comunidades indígenas, si a ella no le es familiar un niño en algún evento donde participa la población indígena solo basta que le pregunte el nombre de sus padres y listo, aparece en su mente una red de conexiones familiares que le pueden decir al niño quién es y de dónde viene.
Conoce los secretos familiares, las reformas que han existido sobre el territorio indígena, los proyectos productivos exitosos y los no tan exitosos, recuerda qué investigador ha llegado a trabajar a estas tierras, lo que hizo y si generó un material escrito o audiovisual o si no hizo nada; Norma es una gran consejera para aquel que se muestre interesado por las cuestiones indígenas de la península.
Su ámbito laboral siempre ha sido el institucional, desde ahí ha buscado mejorar las condiciones de vida de los kumiay, paipai, kiliwa, cucapá, mixtecos, zapotecos, triquis, nahuas, huicholes o de cualquier grupo indígena del país que habite la península. Siempre se ha mostrado interesada por la leyes indígenas, las cuestiones de género, la cultura ancestral y juvenil indígena, todas las muestras patrimoniales y principalmente nos ha dado ejemplo de vida intercultural; comprendiendo desde lo propio la riqueza de lo ajeno y, desde lo ajeno, los desaciertos de lo propio.
El pasado 6 de agosto el Instituto CUNA le otorgó un merecidísimo reconocimiento por su trayectoria y tuve la fortuna de leer una breve semblanza de su vida, en ella se mencionó la generosidad de Norma y su cualidad de excelente narradora, ella comparte gustosa sus experiencias e interpretaciones de lo indígena y desde su inmensa sabiduría escucha a los demás con mucha paciencia; Mamá Rorma abre las puertas de su oficina y de su hogar a quienes lo hemos necesitado y he de decirles que, a los amigos, nos apapacha con todo su corazón.
*Investigadora del Cinah-BC
dani_leyva@yahoo.com
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