Ay las redes

Las redes sociales son ahora ese encuentro de personas que antes desconectadas producto de actividades distintas, ahora se hallan cotidianamente y varias veces al día -dependiendo la adicción- con sus experiencias, anécdotas y comentarios de todo tipo.

Así se encontraron esta semana ensenadenses distinguidos, algunos colaboradores de esta casa editorial, debatiendo en torno a la pertinencia o impertinencia de reconocer en un ex candidato del proceso electoral local pasado, mérito para pasar a la historia por… ¿un segundo lugar?

Estuvo raro, pero la moraleja de este episodio -que uno de los invitados distinguidos optó por evadir y el otro por ignorar, hasta en el comunicado oficial- es que lo importante debe ser reconocer los escenarios y cuidar sus instituciones.

La política hace historia en cada proceso. Sus actores pasan a la historia con o sin triunfos. Las leyendas se escriben por el mérito y sus logros, no por el pase de lista.

Las filias personales deben quedar en casa, los honores cuando sinceros registran mejor si los hacen los ajenos, no de los de casa. Eso suena a porra. Halago en boca propia, dice el conocido refrán, es vituperio.

Sopas, lo despidieron
Arnoldo Cabada, dueño del canal 66 de Mexicali, decidió atender la mayor parte de las opiniones de su público para tomar una decisión a tiempo: cerrar el espacio que, se decía, era vendido al conductor Heriberto Norzagaray, el programa “Sopas”.

Lo dicho por Cabada deja claro que no sabía y tampoco aprueba los métodos empleados por Norzagaray para la venta de sus espacios de entretenimiento, no periodísticos, hay que decirlo una y todas las veces que sea posible.

Un capítulo que pone en relieve distintos aspectos de la relación medios/instituciones por cuanto a la perspectiva del presupuesto y su aplicación, tal como lo han expresado otros colegas -esos sí- de todo el estado.

El qué, cómo, por qué y con quién, son tareas que independientemente de las actuales administraciones municipal, estatal y federal, debieran ir madurando, para evolucionar a una relación más útil, constructiva y beneficiosa, no de ambas partes, sino de la población a la que medios e instituciones públicas están obligados a servir.

Cada peso de la comunicación social debe dejar, como cada metro de pavimento que pone la Sidue, huellas benéficas de largo plazo en la comunidad.

Es buen momento para eso.

Tristes ideas del PES
El Partido Encuentro Social, a propósito de la zacapela entre un conductor de televisión de Mexicali y el jefe de comunicación del gobierno estatal, publica una lista de quejas y concluye con un mensaje: “desterrar el bipartidismo en Baja California”.

Como ese zafarrancho ya pasó a la historia, vale la pena destacar el mensaje del bipartidismo que plantea el PES, un partido relativamente nuevo con aislados éxitos en el país y un crecimiento, ese sí significativo en Baja California, dada la candidatura del teniente coronel Julián Leyzaola en Tijuana en 2016, y sólo en esa ciudad, porque en el resto del estado pasaron a formar parte de la multitud de al menos 10 partidos que se disputan el poder.

El bipartidismo como concepto es real y funciona en Estados Unidos. Que sean dos y no cien, como ocurre en Tlaxcala por ejemplo, no hace la diferencia de lo fundamental, que es el cómo gobernar.

La democracia mexicana no está hambrienta de opciones, de hecho está sobrada según otros criterios, justo el origen de la iniciativa peso por voto que cobra vigencia a lo largo de todo el territorio nacional.

Otra vez, como grito de guerra podría tener justificación, pero no como opción. El punto no es saber cuántos o quiénes son los que han ganado elecciones (que por cierto en el país son más de tres) sino cómo se gobierna, un propósito que deja de lado el Partido Encuentro Social tanto como el Partido Movimiento Ciudadano, quienes ponen todo su empeño en sacar votos (que luego son pesos a través de prerrogativas del órgano electoral), pero sus candidatos son de plástico.

Leyzaola del PES ahora trabaja en Playas de Rosarito con el PAN y Trini Vaca del Movimiento Ciudadano ahora es diputada del PAN.

O sea, mejor sería para el PES poner más énfasis en sus diferencias, si es que el público las abraza.

Es pregunta
Cuando los partidos definan sus alianzas electorales en 2018, ¿sus representantes populares harían lo mismo en los actuales cabildos y congresos donde actualmente toman decisiones, para hacerlo en bancadas de alianza?

O sea, ¿veremos al PT con Morena, al PAN con PRD y Movimiento Ciudadano como el PRI con el Verde?, aunque estos últimos así llegaron al gobierno.

La pregunta tiene una referencia lógica, porque una alianza es la que se aprueba en las urnas y otra, según parece, la que gobierna. PT iba con el PRI en alianza en la elección de 2016, como PAN, PRD y MC fueron por separado. La nueva conformación política electoral del 2018, de ser así, pondrá en duda la vigencia del amor. No es broma.