Características de un buen gobierno

Hace apenas 11 años inició la historia del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (Inafed). El 30 de junio de 2002 fue la fundación de este órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación, que orienta sus acciones al fortalecimiento de las capacidades institucionales de las administraciones públicas estatales y municipales.

El Inafed es considerado el gran aliado de los gobiernos municipales, ya que su función principal es brindar la información y las herramientas para el buen cumplimiento de sus funciones.

En 2006, el Instituto dio a conocer 10 lecciones prácticas para las autoridades municipales electas. El objetivo del documento, según lo plantea la introducción, es identificar las características del buen funcionamiento municipal, sin dejar de reconocer que las condiciones y características de los municipios mexicanos son distintas y diversas, y que los factores de éxito en un determinado lugar no aplican de igual forma en cualquier localidad, tomando en cuenta que existen algunos rasgos comunes en todos los gobiernos que logran desarrollar una gestión que verdaderamente ayuda a mejorar algunos aspectos de la vida en los municipios.

Para llegar a la siguiente conclusión, el Inafed realizó una investigación basada en materiales y documentos de experiencias de gobiernos mexicanos y latinoamericanos, en la que coincidieron 10 características que favorecen el desarrollo del buen gobierno municipal: 1. Liderazgo participativo; 2. Comunicación eficaz; 3. Negociación y manejo de conflictos; 4. Trabajo en equipo; 5. Gobierno participativo; 6. Planear las acciones de gobierno, y orientar las acciones de acuerdo a los planes; 7. Incrementar los recursos financieros municipales; 8. Promover el desarrollo y mejorar las condiciones de vida de los habitantes y sus comunidades; 9. Promover la cooperación y la asociación entre municipios; 10.- Para cerrar con broche de oro, primero lo primero: “el manejo adecuado de la agenda del presidente municipal”.

La investigación realizada indicó que las características mencionadas están estrechamente relacionadas con las habilidades y comportamientos de los presidentes municipales y no con la existencia de determinadas condiciones materiales o financieras, puntualizando que es precisamente ahí, en donde se encuentra la clave del buen gobierno.

Amable lector: todo en la vida, desde lo más sencillo hasta lo más complejo necesita de una guía, de un manual o instructivo, que debe tomarse en cuenta si la intención es llevar a buen puerto los objetivos trazados.

Intrínsecamente el ser humano cuenta con algunas habilidades que al utilizarlas resultan exitosas, esto depende en mucho del factor suerte, estar en el momento indicado, en el lugar indicado, con la persona indicada hace que todo mal pronóstico se convierta en la mejor oportunidad, pero claro, el buen funcionamiento de un municipio, no se puede dejar en manos de la suerte.

Para todos es conocido que los gobiernos cada tres o seis años, se enfrentan a grandes desafíos, pero para responder de manera eficaz y responsable ante las necesidades de la población tienen que armarse hasta los dientes, informándose y valiéndose de todas las herramientas que les permitan cumplir con sus atribuciones.

Cuando las estrategias a corto plazo no dan resultado, cuando no todos los colaboradores son los indicados para ocupar los puestos asignados, se debe hacer un alto en el camino y buscar asesorías y asistencia técnica en los temas en donde se está fallando. Aunque sería mucho mejor capacitarse antes de iniciar una administración, mayormente cuando el panorama se vislumbra gris, llevar un plan B bajo la manga siempre advierte que todo está bajo control.

Mientras más capacitado se encuentre el personal al servicio público del municipio o del estado, se podrá contar con gobiernos locales eficaces y eficientes capaces de responder a las necesidades de la ciudadanía.

Si las licuadoras traen un instructivo, explicando para que sirve cada botón, con mayor razón los espacios más importantes dentro de las instituciones gubernamentales cuentan con uno, y me refiero al manual incluido en la silla del gobernador, del presidente municipal, del síndico procurador y de los regidores.

Los documentos están ahí, al alcance de quien quiera seguir las reglas para que todo marche bien, sólo que en la mayoría de los casos ni siquiera son sacadas de entre las cajas que dejaron los que se fueron.

* La autora es profesora