LA BUFADORA
Hablando en serio
Por El Mosquito
Desde hace algunos meses, un par de años a lo sumo, en Ensenada los líderes dejaron de hablar del acueducto El Hongo a Ensenada que traería un metro cúbico de agua por segundo. El acueducto fue tema un poco después de la campaña presidencial de 2012, y cuando Enrique Peña Nieto, en su calidad de candidato del PRI y Verde, preguntara a algunos asistentes a un mitin en Tijuana qué querían los ensenadenses. ¡”Agua”!, gritó un bienaventurado mortal de entre la multitud, y fue cuando el entonces abanderado convirtió en promesa y compromiso, el 147, dotar de agua a Ensenada durante su mandato.
Durante la pasada visita del mandatario a Baja California, en el Valle de Mexicali, Peña Nieto recordó que entre las acciones del gobierno de la república, se encuentra la desaladora que aún se construye en Ensenada y aportará 250 litros por segundo en una primera etapa y (quien sabe cuándo) 250 litros por segundo más en una segunda.
De aquí, dos cosas no se sabían. Una que esa desaladora esté construyéndose con recursos del gobierno federal, porque además es una empresa privada que ha comprometido 39 millones de pesos mensuales del organismo operador por más de tres décadas. Y dos, que el acueducto del Hongo a Ensenada, dejó de estar entre los pendientes del gobierno de la república. El acueducto pretendía el doble de lo que presupone la desaladora.
Veamos este tema más en números, en serio y en función de retos y posibilidades que los ensenadenses tendremos para los próximos años.
De acuerdo a una minuta firmada por los entonces funcionarios de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe), (en poder de El Vigía), Arturo Alvarado y líderes empresariales, de 18 de Julio de 2016, Jorge Mario Valdés, Walter Zúñiga, Carlos López Fernández, Jorge Luis Ibarra, Fernando Domínguez y Guadalupe Flores Trejo, para 2017 los consumos de agua de Ensenada apuntaban 1,478 litros por segundo, pero actualmente ya son 1 mil 759 l/s, entre la demanda de sus habitantes y los desarrollos económicos que se apuntan.
Actualmente, la disponibilidad de agua es de 847 l/s, incluyendo el flujo inverso de 300 l/s pero que en la realidad actual se surten únicamente 200 l/s. Tampoco se suministran los 30 l/s del valle de Guadalupe.
He aquí los acuíferos, los litros por segundo concesionados, lo extraído y adicional.
De la mesa arenosa salen 285; de Valle de Guadalupe son 200 pero llegan 30; de la Misión 150 pero sólo tenemos 40; de Maneadero y Chapultepec lo concesionado son 138 y extraen 185; de los Pozos de la Ciudad 196 pero sólo alcanza para 132; de la Potabilizadora habría 51 pero se obtiene un cero redondito; y del flujo inverso 170.
En total, son 1,020 concesionados, 637 se extraen y adicionalmente se obtienen 210. En total, se trata de 847 litros por segundo netos para una ciudad que en su conjunto demanda 1 mil 759.
Están faltando 912 litros por segundo. La desaladora con sus 250 quizás el año próximo y sus otros 250 para allá como el 2020, apenas si suple la mitad de lo que falta, pero para ese tiempo, la demanda habrá crecido.
El problema más grande es que no hay proyectos visibles, ni adicionales que ofrezcan certidumbre. Ya no se habla de acueducto, la desaladora de Ensenada no va a alcanzar y la de Playas de Rosarito la van a absorber (literal) entre Tijuana y San Diego.
No hay, ni parece que habrá, agua para la población, escuelas, comercio, oficinas, cárceles, turismo, industria y tampoco para el sistema contra incendio, mucho menos para desarrollos habitacionales nuevos, para industria nueva ni siquiera para hospitales o escuelas nuevas.
Seguridad también es prioridad
El clima de inseguridad que se registra en Baja California es un problema que afecta el bienestar, la economía y la calidad de vida de todos los ciudadanos; la seguridad es una exigencia ciudadana, no sólo de los empresarios, pero en especial la gente de Tijuana alza la voz pidiendo justicia y "tomar las riendas” para de una vez por todas tener orden, paz y certidumbre.
En ese sentido, el diputado local por Ensenada, Alejandro Arregui Ibarra, volvió a exhortar a las autoridades de todos los niveles de gobierno, a que cada quien desde su trinchera implemente con urgencia acciones concretas.
El Legislador recientemente presentó un punto de acuerdo para que las iniciativas pendientes de dictaminarse en materia de seguridad tengan prioridad, logrando votación unánime de todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso del Estado.
Informó que entre ellas se encuentran la Ley para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia del Estado de Baja California, la Ley de Legítima Defensa y la Ley de Víctimas.
También recordó otro tema pendiente, la ampliación al catálogo de delitos del Nuevo Sistema de Justicia Penal, iniciativa que también fue presentada por el diputado en nombre de su grupo parlamentario y que llevarán hasta la Cámara alta para conseguir que los delincuentes peligrosos se queden en la cárcel y enfrenten su proceso en prisión.
Es claro que las atribuciones de un legislador tienen sus límites, razón por la cual se necesita que todas las autoridades se pongan a trabajar de manera coordinada, eficiente y urgente.
Durante la pasada visita del mandatario a Baja California, en el Valle de Mexicali, Peña Nieto recordó que entre las acciones del gobierno de la república, se encuentra la desaladora que aún se construye en Ensenada y aportará 250 litros por segundo en una primera etapa y (quien sabe cuándo) 250 litros por segundo más en una segunda.
De aquí, dos cosas no se sabían. Una que esa desaladora esté construyéndose con recursos del gobierno federal, porque además es una empresa privada que ha comprometido 39 millones de pesos mensuales del organismo operador por más de tres décadas. Y dos, que el acueducto del Hongo a Ensenada, dejó de estar entre los pendientes del gobierno de la república. El acueducto pretendía el doble de lo que presupone la desaladora.
Veamos este tema más en números, en serio y en función de retos y posibilidades que los ensenadenses tendremos para los próximos años.
De acuerdo a una minuta firmada por los entonces funcionarios de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe), (en poder de El Vigía), Arturo Alvarado y líderes empresariales, de 18 de Julio de 2016, Jorge Mario Valdés, Walter Zúñiga, Carlos López Fernández, Jorge Luis Ibarra, Fernando Domínguez y Guadalupe Flores Trejo, para 2017 los consumos de agua de Ensenada apuntaban 1,478 litros por segundo, pero actualmente ya son 1 mil 759 l/s, entre la demanda de sus habitantes y los desarrollos económicos que se apuntan.
Actualmente, la disponibilidad de agua es de 847 l/s, incluyendo el flujo inverso de 300 l/s pero que en la realidad actual se surten únicamente 200 l/s. Tampoco se suministran los 30 l/s del valle de Guadalupe.
He aquí los acuíferos, los litros por segundo concesionados, lo extraído y adicional.
De la mesa arenosa salen 285; de Valle de Guadalupe son 200 pero llegan 30; de la Misión 150 pero sólo tenemos 40; de Maneadero y Chapultepec lo concesionado son 138 y extraen 185; de los Pozos de la Ciudad 196 pero sólo alcanza para 132; de la Potabilizadora habría 51 pero se obtiene un cero redondito; y del flujo inverso 170.
En total, son 1,020 concesionados, 637 se extraen y adicionalmente se obtienen 210. En total, se trata de 847 litros por segundo netos para una ciudad que en su conjunto demanda 1 mil 759.
Están faltando 912 litros por segundo. La desaladora con sus 250 quizás el año próximo y sus otros 250 para allá como el 2020, apenas si suple la mitad de lo que falta, pero para ese tiempo, la demanda habrá crecido.
El problema más grande es que no hay proyectos visibles, ni adicionales que ofrezcan certidumbre. Ya no se habla de acueducto, la desaladora de Ensenada no va a alcanzar y la de Playas de Rosarito la van a absorber (literal) entre Tijuana y San Diego.
No hay, ni parece que habrá, agua para la población, escuelas, comercio, oficinas, cárceles, turismo, industria y tampoco para el sistema contra incendio, mucho menos para desarrollos habitacionales nuevos, para industria nueva ni siquiera para hospitales o escuelas nuevas.
Seguridad también es prioridad
El clima de inseguridad que se registra en Baja California es un problema que afecta el bienestar, la economía y la calidad de vida de todos los ciudadanos; la seguridad es una exigencia ciudadana, no sólo de los empresarios, pero en especial la gente de Tijuana alza la voz pidiendo justicia y "tomar las riendas” para de una vez por todas tener orden, paz y certidumbre.
En ese sentido, el diputado local por Ensenada, Alejandro Arregui Ibarra, volvió a exhortar a las autoridades de todos los niveles de gobierno, a que cada quien desde su trinchera implemente con urgencia acciones concretas.
El Legislador recientemente presentó un punto de acuerdo para que las iniciativas pendientes de dictaminarse en materia de seguridad tengan prioridad, logrando votación unánime de todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso del Estado.
Informó que entre ellas se encuentran la Ley para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia del Estado de Baja California, la Ley de Legítima Defensa y la Ley de Víctimas.
También recordó otro tema pendiente, la ampliación al catálogo de delitos del Nuevo Sistema de Justicia Penal, iniciativa que también fue presentada por el diputado en nombre de su grupo parlamentario y que llevarán hasta la Cámara alta para conseguir que los delincuentes peligrosos se queden en la cárcel y enfrenten su proceso en prisión.
Es claro que las atribuciones de un legislador tienen sus límites, razón por la cual se necesita que todas las autoridades se pongan a trabajar de manera coordinada, eficiente y urgente.
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