ECONOMÍA Y POLÍTICA

Si por un instante

Por Todo lo que una persona puede imaginar, otros pueden hacerlo realidad. Julio Verne (Escritor francés)
martes, 2 de enero de 2018 · 00:00

Rolando Daniels Pinto

Si por un instante un poder divino -muy acorde a los actuales tiempos mesiánicos de la política nacional- le diera al estimado lector la oportunidad para imponer decisiones políticas, ¿cuáles serían esas medidas consideradas como prioritarias para mejorar el desempeño y la eficacia del gobierno?

He aquí algunas ideas. En principio, bajo el principio de que la gente funciona mejor con base en estímulos y no de sanciones, cualquier bono o compensación otorgado a los funcionarios públicos y mandos medios, estaría basado en los resultados de su gestión a través del Sistema de Evaluación del Desempeño existente, quien no cumpla sus metas no tendría acceso a dichos beneficios económicos.

Sobre la base de lo anterior, establecer como norma la imposibilidad de cualquier funcionario público para acceder a una candidatura si no cuenta como mínimo con un 80% de eficacia en su gestión; con las medidas anteriores se buscaría contar con funcionarios, por designación o elección, competentes.

Asimismo, sería sano para la democracia no otorgarles financiamiento público a los partidos políticos incapaces de obtener, como mínimo, votos equivalentes al 5% del listado nominal, no de la votación efectiva; si no pueden representar ese porcentaje mínimo de votos, no le son útiles a la democracia; ello no les cancelaria su registro y pudieran seguir participando, pero sin costarle a los contribuyentes.

Por otra parte, si surge un nuevo partido político solicitando su registro provisional -lo cual debe ser por única ocasión- es necesario exigirle una fianza equivalente a los gastos estimados de su operación transitoria, para así evitar que los contribuyentes paguen el precio de una aventura política inoperante.

Aunque el concepto de candidaturas independientes no ha sido muy halagador en cuanto a los personajes interesados en registrarse como tales, entendiendo que es un proceso social de maduración de esa modalidad y el cual traerá en un futuro a mejores personalidades; para ello es necesario eliminar el requisito de recabar firmas para su registro, debe ser el voto ciudadano en las urnas el definitorio.

Un problema desatendido es el de los carros chocolates, literal y auténticamente de contrabando, situación la cual los tres órdenes de gobierno han sido omisos en la aplicación de la normatividad y le han permitido al sinvergüenza de Fidel Villanueva suplantar el gobierno y enriquecerse a costa de mentirle a la gente con una inexistente regularización y lucra con su necesidad de un vehículo.

Lo real, es la existencia de un problema social creado tanto por medidas recaudatorias del gobierno federal, por la omisión de los tres órdenes de gobierno y por un pillo promotor del contrabando. ¿Qué hacer? Primero, procesar judicialmente a Fidel Villanueva y a la par establecer un programa estatal de emplacamiento de vehículos, cumpliendo con requisitos ambientales básicos y de máxima antigüedad.

Si la Federación no apoya y se molesta, muy su problema y entonces que actúe, pero por lo pronto y en uso de la soberanía estatal a emplacar automóviles y recaudar para el fisco; entonces, si Fidel Margarito sigue con su mañosada con más ganas se le procesa y encarcela por usurpación de funciones.

Por lo pronto, como soñar no cuesta nada, con esta dosis de imaginación inicia el 2018 este espacio, la cual no tendría sentido si por un instante quienes gobiernan recodaran cuál es su razón de existir como servidores públicos, si mostraran más preocupación por lo importante y no por lo inmediato. De cualquier forma, los mejores deseos para este 2018, deseándoles el triple de los suyos para el suscrito.

rdanielspinto@hotmail.com
 

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