LUCES DE LA BAHÍA

Avenida Dr. Pedro Loyola Lucq

Por Juan Zamora Hernández
sábado, 20 de enero de 2018 · 00:00

Esta avenida antes se llamaba “Ciprés”. ¿Por qué ese cambio?, ¿quién fue el doctor Loyola?

El doctor, Pedro Loyola Lucq, fue un eminente médico cirujano, quien atendió a miles de mamás de Ensenada en el parto de sus hijos. Una vez que lo consulté por un resfriado me dijo lo siguiente: “Fíjate Juan, que si cada mamá o papá me diera un peso por cada uno de los bebés que he ayudado a traer a este mundo, yo viviría como un potentado”; y es que él era uno de esos médicos que verdaderamente amaba su profesión, al grado de que atendía a gente muy humilde sin cobrarles nada y les daba algunas medicinas gratis, por esa causa su consultorio siempre estaba lleno de pacientes.

Cuando yo lo conocí, que fue en los años sesenta, pues él atendió a mi esposa en tres partos en el hospital del Carmen. Tenía su consultorio en la avenida Gastélum, en un edificio de madera, y en ese mismo edificio había tres más consultorios de otros médicos de reconocida experiencia y famosos entre la sociedad ensenadense, como eran el doctor Elpidio Berlanga de León, el doctor Ignacio Aguirre, entre paréntesis uno de los mejores cirujanos de esa época, y el doctor Carlos Gallegos, si no el mejor, sí es uno de los mejores odontólogos en la ciudad. Ya hablaremos un poco más sobre la trayectoria del doctor Gallegos más adelante, pues es uno de mis mejores amigos.

En la decena de los años ochenta siendo, presidente municipal por segunda vez Don David Ojeda Ochoa, demostró el gran aprecio que le tenía al doctor Loyola y le rindió un justo homenaje en vida, poniéndole su nombre a la avenida Ciprés, la nombró Avenida Dr. Pedro Loyola Lucq. La ceremonia del cambio de nombre se llevó a cabo en la misma avenida y casi enfrente a la escuela secundaria Migoni. Lo recuerdo muy bien, porque tanto el doctor Loyola como el presidente municipal, tuvieron la gentileza de invitarme a dicho acto.

Honradamente carezco de más datos sobre la vida del doctor Pedro Loyola, nada más sé y me consta que fue delegado federal de Salud. Y que después de esto se dedicó en cuerpo y alma a ejercer su profesión, que como antes dije, la amaba de corazón.

El doctor Loyola fue una luz brillante en el cielo de esta bahía de Ensenada, afortunadamente sigue su luz con su nombre a una de las principales arterias de nuestra ciudad. Descanse en paz este benefactor de muchas, pero muchas personas. Que siempre lo recordaremos como lo que fue, un gran médico, un gran amigo, y un inigualable ciudadano de Ensenada.

Con esto me despido y hasta la próxima D.M.

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