AJEDREZ PÚBLICO
Asesinos naturales
Por Alfonso Torres Chávez
Maribel Barajas, candidata del Partido Verde Ecologista de México a una diputación en el Estado de Michoacán, fue asesinada por una mujer que ella misma había contratado para asesinar a la ex pareja de su novio.
El asesinato de la candidata es un escarnio a la sociedad.
El escenario me recuerda el homicidio del general sinaloense Francisco R. Serrano en 1927.
Información periodística revela que la candidata y su homicida intercambiaron mensajes de texto y que días anteriores a los hechos la asesina había sido contratada, para matar a la ex pareja del novio de la candidata.
El clima político siempre se exacerba cuando se dan hechos de sangre.
La historia siempre da lecciones. El asesinato del general Serrano en 1927 se dio en una coyuntura en la que el general Obregón presumía su posible candidatura a la presidencia cuando dicha información no estaba confirmada, pues de acuerdo a testimonios el asesinato coordinado por el general Claudio Fox se dio mientras se celebraba el cumpleaños del general Serrano.
El cúmulo de pruebas después de encontrar el cadáver de la candidata se complementa con los mensajes de celular que fueron encontrados.
El comparativo se da precisamente en una coyuntura electoral, pues el general Serrano ya se había reunido con el general Arnulfo R. Gómez, que también intentó ser candidato a la presidencia sin el apoyo ni de Calles ni de Obregón.
Los homicidios de candidatos siempre sacan chispas en el escenario político.
Unos días después del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, miles de millones de dólares empezaron a fugarse de las arcas del país, ante el temor de los inversionistas que se vio exaltado por la aparición del EZLN en el estado de Chiapas.
Aunque en este momento las fugas de dinero no son las de 1994, sí tenemos una paridad peso-dólar que preconiza la aparición de una devaluación en diciembre o en noviembre durante la toma de posesión del presidente electo. Las condiciones para una crisis profunda están dadas, pero también lo están las condiciones para evitar un colapso.
Aunque las elecciones son en julio, aun estaríamos a tiempo de aplicar una política monetaria que tratara de palear los efectos económicos negativos que nos podrían llevar a una devaluación.
Si se aplican medidas de protección podemos evitarlo. Esto rompería la constante mexicana de una devaluación a fin de sexenio, que se sigue repitiendo a diferentes niveles aunque con diferentes efectos.
Los ecónomos nos dirán que la política económica del Estado es la que puede evitar una devaluación.
Sería bueno revisar la capacidad del país para contratar deuda y solventar la que ya tenemos, esto nos ayudaría a evitar crisis económicas recurrentes, en un mundo en el que nuestra economía depende en una buena parte de las remesas que proceden de Estados Unidos de América.
alfonsotorr@gmail.com
El asesinato de la candidata es un escarnio a la sociedad.
El escenario me recuerda el homicidio del general sinaloense Francisco R. Serrano en 1927.
Información periodística revela que la candidata y su homicida intercambiaron mensajes de texto y que días anteriores a los hechos la asesina había sido contratada, para matar a la ex pareja del novio de la candidata.
El clima político siempre se exacerba cuando se dan hechos de sangre.
La historia siempre da lecciones. El asesinato del general Serrano en 1927 se dio en una coyuntura en la que el general Obregón presumía su posible candidatura a la presidencia cuando dicha información no estaba confirmada, pues de acuerdo a testimonios el asesinato coordinado por el general Claudio Fox se dio mientras se celebraba el cumpleaños del general Serrano.
El cúmulo de pruebas después de encontrar el cadáver de la candidata se complementa con los mensajes de celular que fueron encontrados.
El comparativo se da precisamente en una coyuntura electoral, pues el general Serrano ya se había reunido con el general Arnulfo R. Gómez, que también intentó ser candidato a la presidencia sin el apoyo ni de Calles ni de Obregón.
Los homicidios de candidatos siempre sacan chispas en el escenario político.
Unos días después del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, miles de millones de dólares empezaron a fugarse de las arcas del país, ante el temor de los inversionistas que se vio exaltado por la aparición del EZLN en el estado de Chiapas.
Aunque en este momento las fugas de dinero no son las de 1994, sí tenemos una paridad peso-dólar que preconiza la aparición de una devaluación en diciembre o en noviembre durante la toma de posesión del presidente electo. Las condiciones para una crisis profunda están dadas, pero también lo están las condiciones para evitar un colapso.
Aunque las elecciones son en julio, aun estaríamos a tiempo de aplicar una política monetaria que tratara de palear los efectos económicos negativos que nos podrían llevar a una devaluación.
Si se aplican medidas de protección podemos evitarlo. Esto rompería la constante mexicana de una devaluación a fin de sexenio, que se sigue repitiendo a diferentes niveles aunque con diferentes efectos.
Los ecónomos nos dirán que la política económica del Estado es la que puede evitar una devaluación.
Sería bueno revisar la capacidad del país para contratar deuda y solventar la que ya tenemos, esto nos ayudaría a evitar crisis económicas recurrentes, en un mundo en el que nuestra economía depende en una buena parte de las remesas que proceden de Estados Unidos de América.
alfonsotorr@gmail.com
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