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Pemex NO es la solución

Por Jorge A. Meléndez
martes, 24 de abril de 2018 · 00:00

A pesar de que la postura de Andrés Manuel sobre el sector petrolero es medio esquizofrénica (un día cancela contratos, otro no, etc.), en general tiene una visión del sector mucho más estatista.

Cree que la solución es un Pemex reformado. Esboza la visión tradicional de que “los recursos energéticos son del pueblo y no hay que entregarle el futuro del País a los extranjeros”.

Cree que arreglar a Pemex será fácil. Es más, me lo dijo hace un año y medio: “con corregir los abusos de la cúpula de Pemex basta”. ¡Híjole! Otra muestra más del pensamiento mágico del rayito.

Pemex está ahogándose en un pantano y sacarla de ahí requerirá mucho producto de gallina y muuucho tiempo.

Las pensiones la tienen arrinconada, sigue siendo vaca lechera del Gobierno, no tiene plata y no invirtió cuando la tuvo, está rezagada en reservas, le falta tecnología y para acabarla de fregar el huachicoleo le merma recursos a pasos agigantados.

Pero hagamos un ejercicio ilusionista de los que le gustan a Andrés: supongamos que todo lo anterior mágicamente se resuelve. ¿Sabe qué? Ni así Pemex sería la solución. Todavía le quedarían 2 tremendos lastres.

La paraestatal ha venido haciendo un esfuerzo por adelgazar su nómina. Cerró 2017 con 127 mil 650 trabajadores, una baja de casi 18 por ciento sobre el máximo de 2013.

Un gran logro, pero insuficiente. Comparémosla con una petrolera mediana: Chevron. La empresa texana produjo 2.7 millones de barriles diarios en 2017. ¿Y sabe cuántos empleados tiene? 48 mil 596. ¡Produce 42 por ciento más petróleo que Pemex con 62 por ciento menos trabajadores!

Ah, y tiene niveles de producción muy superiores en gasolinas, gas y petroquímicos. Por ello es muy rentable: el año pasado tuvo utilidades netas de 9 mil 200 millones de dólares.

Su flujo de efectivo le permitió realizar inversiones tan sólo en 2017 de casi 19 mil millones de dólares e incrementar reservas equivalentes al 155 por ciento de la producción que extrajo ese año.

¿Y acá? Ni para qué le cuento. Pemex se desangra por impuestos, gordura e ineficiencia. El año pasado sus reservas cayeron 7.6 por ciento y al ritmo actual alcanzarían apenas para 9 años más.

Y todavía falta el segundo lastre: las prestaciones. Le destaco tan sólo cuatro perlitas del contrato colectivo 2017-2019:

  • Vacaciones: menos de 10 años de antigüedad, 21 días por año. Más de 10 años: 30 días.
  • Renuncia voluntaria con al menos 15 años de servicio: se liquida con 40 días de salario por año laborado. ¡Por renunciar!
  • Bono mensual para gasolina y gas: entre 19 mil y 21 mil dependiendo del tipo de puesto. ¡Para todo mundo!
  • Fondo de ahorro: 30 por ciento del trabajador y 30 por ciento de Pemex. Pero la aportación del trabajador se le regresa en 14 días. O sea, ¡el fondo de ahorro es más bien un aumento del 30 por ciento al salario!

Por fin en este nuevo contrato se le metió mano al tema de las jubilaciones. Quedaron así:

  • Antigüedad de 15 años antes de fines de 2015: 25 años de servicio y 55 años de edad = 80 por ciento del salario promedio del último año; y con 30 años de antigüedad y 55 años de edad o 35 años de servicio sin límite de edad = 100 por ciento del último salario.
  • Para los trabajadores con menos de 15 años antes de fines de 2015: 100 por ciento del salario con 30 años de servicio y 60 años de edad, o si se tiene menos, optar por las nuevas cuentas individuales.
  • Trabajadores ingresados a partir de 2016: cuentas individuales. Aportaciones: trabajador = 6.9 por ciento, Pemex = 16.15 por ciento. En estas aportaciones se incluyen las ayudas por gas y gasolina. Excelentes cuentas individuales: se aporta 22.95 por ciento vs. 6.28 por ciento para un trabajador que labore en cualquier empresa privada.

Este cambio es una excelente noticia, pero su efecto tardará décadas en notarse en las finanzas de la golpeada paraestatal.

Creo que no hay duda: Pemex enfrenta enormes retos. Por esto, en su estado actual NO es la solución. Debe transformarse drásticamente. El único camino real en el corto plazo para aprovechar nuestros recursos energéticos es una solución mixta que involucre a la iniciativa privada.

No hay de otra. A pesar de lo que opine ya sabes quién.

Posdata. Anaya arrasó en el debate. El Bronco sorprende pero OJO, porque en Nuevo León sabemos que su show es de puras mentiras. Meade es un Pípila honesto que no puede con la losa del PRI y Peña. Margarita y Andrés, fatales. Triste, pero el empate entre Anaya y AMLO en nuestro sondeo ciudadano adelanta que su mal desempeño del domingo no le costará al rayito. Va a ganar.

En pocas palabras.
“No hay mejor armadura contra la lógica que la ignorancia”
Lawrence J. Peter, autor estadounidense

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