LA MARAÑA CÓSMICA

Ley del Cielo, Ensenada puso el ejemplo

Por Rolando Ísita Tornell*
lunes, 21 de mayo de 2018 · 00:00

En medio del ajetreo electoral hubo una noticia importante para la conservación de la naturaleza que pasó inadvertida, como fue que el 26 de abril la Cámara de Diputados aprobó la reforma federal a la Ley de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente en materia de contaminación lumínica y apenas el pasado 11 de mayo algún periódico de cobertura nacional dio cuenta del hecho.

Hasta ese momento sólo el Estado de Baja California contaba con una “Ley del Cielo”, con el antecedente del Reglamento para la Prevención de la Contaminación Lumínica aprobado en el Municipio de Ensenada el 29 de septiembre de 2006, y adoptado a nivel estatal como decreto de reforma sobre la contaminación del medio ambiente por luz artificial en la Ley de Protección al Ambiente para el Estado de Baja California, publicada en el Periódico Oficial del Estado el 4 de enero de 2010. El 8 de julio del siguiente año, el Ayuntamiento de Mexicali aprobó su propio Reglamento para la Prevención de la Contaminación Lumínica.

El logro de una Ley Federal del Cielo fue un esfuerzo colectivo con no pocos sinsabores y decepciones de los cuales fui testigo, encabezado por la obstinada diputada federal por el Estado de Nuevo León, Tania Arguijo, cuyas iniciativas sobre el tema recibieron la espalda de su propio grupo parlamentario y acuerdos incumplidos en el último momento por otras bancadas.

El tema para una Ley Federal del Cielo surge en 2016, en un foro internacional organizado por la UNESCO, el CONACYT, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCT), y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el cual también participaron el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica (INAOE) y el Instituto de Astronomía de la UNAM.

Por su parte, en aras de ampliar la base social de apoyo que fuera más allá de la importancia de cielos despejados para la astronomía, la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM (DGDC) acopió estudios para demostrar el impacto de la contaminación lumínica en diversas especies de plantas y animales, alterando sus ciclos circadianos (horarios naturales), orientación y sus conductas reproductivas, que fue compartido con los asesores de la diputada Arguijo.

Con esta reforma a la Ley se espera que en un lapso de 10 años todos los municipios de la República ya hayan hecho cambios en sus luminarias tradicionales por las de luz led, reduciendo con ello hasta un 80% del gasto de energía del país, además de abastecerlas con celdas solares.

El cielo y la astronomía fueron la base de la civilización antes que la agricultura, conocer los ciclos del Sol, la Luna y la posición de los astros permitió establecer las estaciones y las épocas idóneas para la siembra y la cosecha, así como los ciclos reproductivos de las especies de peces y animales útiles para el hombre.

*Comunicación de la Ciencia UNAM-Ensenada

risita@dgdc.unam.mx
 

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