COYUNTURA

AMLO: política-ficción

Por Eloísa Talavera Hernández*
miércoles, 23 de mayo de 2018 · 00:00

Publio Sirio, escritor que vivió 100 años antes de Cristo, ya percibía a López Obrador; uno de sus textos más cortos, pero más elocuentes dice “Quien sólo vive para sí, está muerto para los demás.” Hay muchas frases que pueden describir a AMLO, ésta me parece muy acertada, su narcicismo es tan agudo, que lo lleva a un mesianismo muy peligroso para México.

Intitulé mi colaboración de la semana AMLO: Política-Ficción, porque creo también, que Carlos Salinas de Gortari lo describió muy adecuadamente en esa frase que generó tanto malestar en los 90´s y que aún hoy representa toda la podredumbre que ha hecho tanto daño a México.

No puedo pensar en López Obrador más que como un narcisista hipócrita, porque su vida es la suma de momentos, circunstancias y hechos de incongruencia, para alimentar su interminable ansia de poder.

Nada más hay que analizar su liderazgo en el PRI de Tabasco al que traicionó, después en el PRD al que también traicionó y la interminable lista de incongruencias que lamentablemente bien amarradas a un discurso populista y asistencialista, le ha ganado el apoyo de millones que tristemente lo han abrazado como una opción ante malos gobiernos.

El tabasqueño de Macuspana, habla a diestra y siniestra de honestidad, de la importancia de la honestidad, del valor de la honestidad y de cómo a través de la honestidad y el combate a la corrupción, acabará con todos los males del país. En realidad es urgente acabar con la impunidad y la corrupción, pero hay que tener un plan, no puede ser de dientes para afuera y tiene que haber congruencia.

López Obrador habla de honestidad y pretende llegar a gobernar con gente como Napoléon Gómez Urrutia, por favor, dónde está la congruencia. ¿Qué significará honestidad para el Peje? o es que él tiene el poder absoluto para perdonar, absolver y casi, casi santificar a quien le convenga que pueda sumarle a su proyecto final.

Gente como Ricardo Monreal, ex priista, ex perredista y ahora morenista, no son más que otras muestras de su incapacidad para ser congruente, para predicar con el ejemplo.

Lo compartía en redes sociales, a López Obrador no le alcanzaron 10 segundos para defenderse en el debate, no le alcanzó 1 minuto para exponer alguna propuesta, no le alcanzaron 10 años para arreglar un intestado, ni le alcanzaron 14 años para terminar una licenciatura y hoy pretende hacernos creer que en 6 años cambiará a México, por favor, insisto, un poco de congruencia.

Creo que va permeando la realidad del daño que sería para la nación estar representada por una persona que tiene altamente sobre valorado su sentido de auto-importancia, sus fantasías de éxito ilimitado, sus creencias de ser especial y único, lo pretencioso de su carácter, su capacidad de sacar provecho de los demás para alcanzar sus propias metas, los comportamientos o actitudes arrogantes y soberbias, todas estas características de un gran narcisista.

Para cerrar, aprovecho para recordar que otra gran característica del narcisista, es la mitomanía, es decir, su atracción por la mentira, basta recordar los dos debates y las dos grandes mentiras, la primera, los departamentos que no declaró en su 3 de 3 y la segunda, su intento de manipulación sobre la inversión en ciudad de México durante su gobierno, en donde abiertamente le mintió a millones de mexicanos al argumentar que esa inversión, nada tuvo que ver con la venta de Bancomer y Banamex.

¿Qué podemos esperar de él, expondrás el presente y futuro de tus hijos a un narcisista, poco capaz, sin un proyecto verdaderamente lograble para la nación?

* La autora es diputada federal

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