BUFADORA

El tsunami en que se convirtió la campaña de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) arrastró al triunfo en Baja California a todos los candidatos de la alianza Juntos haremos historia para las dos senadurías de mayoría y las ocho diputaciones federales por igual número de distritos. Carro completo que atropelló las aspiraciones de muchos aspirantes panistas y priistas de esta entidad fronteriza, aunque desde diciembre del año pasado era algo que se veía venir, cuando las primeras encuestas ubicaban a AMLO como amplio favorito para ganar los comicios presidenciales.

Debido a lo anterior la mayoría de los personajes mejor posicionados del PAN y el PRI en Ensenada y el resto de los municipios, optaron por guardarse en este proceso electoral de 2018, para evitar precisamente lo que les ocurrió a sus compañeros de partido que fueron registrados como contendientes a la Cámara baja y el Senado de la República.

Y la mejor prueba de los beneficios que reciben quienes compiten al lado de López Obrador también se observó en este municipio, donde el dos veces regidor, ex diputado local y dirigente estatal del Partido del Trabajo (PT), Armando Reyes Ledesma, quien obtuvo dichas posiciones en elecciones estatales gracias a las alianzas que estableció con el PRI, salvo que suceda una cosa extraordinaria, pronto ocupará un escaño como diputado federal, a pesar de su controvertida trayectoria, la cual alimentó una campaña en su contra en redes sociales.

Expectativas y realidad
Sin embargo, una vez que terminen de celebrar la histórica victoria de AMLO y asuman sus cargos en el Senado y la Cámara de Diputados, los legisladores de Morena, PT y el PES que representen a Baja California, deberán concentrarse en cumplir con sus promesas de campaña, entre las que destaca reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la franja fronteriza norte del país del 16 al 8 por ciento, bajar el Impuesto sobre la Renta (ISR) al 20 por ciento, duplicar el salario mínimo y equilibrar el precio de la energía eléctrica y la gasolina, además de crear un régimen especial parecido a la zona libre que durante décadas permitió el crecimiento económico y desarrollo social del estado.

Estas promesas fueron repetidas una y otra vez, y con esa misma intensidad se les recordarán desde su primer día como representantes populares, porque si algo reflejó el resultado de esta elección, es que los ciudadanos esperan un cambio verdadero, y que su voto también demuestra el incrementó del grado de exigencia social.

En el año 2000, apenas unos minutos después de que se reconoció el triunfo de Vicente Fox Quesada a la presidencia de la república, durante el mitin que encabezó en el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México, la gente le gritaba: “No nos falles”. Tal vez por eso anoche el propio López Obrador afirmó que “no les fallaré”.

Fortaleza del sistema electoral
Ayer no sólo se modificó el mapa político del país, sino que también se derrumbó el mito de los fraudes electorales, al confirmarse que tenemos instituciones fuertes y profesionales. La jornada de ayer fue ejemplar, pacífica, concurrida y transparente; los incidentes fueron mínimos, los normales que se presentan el día de las votaciones; pero lo que sí debe cambiar es el sistema de partidos, porque en estas elecciones imperó el dedazo, dado que ningún candidato fue postulado a través de un proceso interno donde la militancia de cada partido pudiera emitir su sufragio. Además, Ensenada una vez más fue utilizada como moneda de cambio por la mayoría de las fuerzas políticas que encabezaron las coaliciones, al ceder esta demarcación a sus aliados.

Si prevalece la simulación en los partidos entonces no habrá forma de evitar que la sociedad vuelva perder el encanto de asistir a votar. Urge que cambien las reglas del juego democrático.

Las migajas
Tras la tormenta que sepultó sus expectativas, el PAN y el PRI tendrán que realizar un profundo cambio en sus estrategias, porque se quedaron a 30 puntos porcentuales de distancia de la alianza que encabezó Morena, además de perder casi todas las gubernaturas que estuvieron en disputa, situación que los deja con puros curules plurinominales, entre los cuales podría colarse la panista ensenadense Eloísa Talavera Hernandez, quien contendió al Senado por la vía de la representación proporcional.

Cuchillito de palo
¿A partir de hoy cuántos personajes de la política se sumarán a la ola lopezobradorista?