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Vivir con menos

Por Dr. Álvaro de Lachica y Bonilla
sábado, 11 de agosto de 2018 · 00:00

Se estima que para el próximo año, se tiene estimado que la Federación aporte a los partidos políticos nacionales por lo menos cuatro mil 713 millones 984 mil 145 pesos por concepto de actividades ordinarias permanentes. Este pasado 25 de julio, la diputada Alicia Barrientos Pantoja, de Morena, presentó una iniciativa de reforma al Artículo 41 de la Constitución encaminada a reducir en 50% el financiamiento público a los partidos políticos. Aseguró que “Morena rechaza los mil 500 millones que le corresponderían para el próximo año”, y en congruencia con su política de austeridad plantea disminuir el monto a la mitad para todos los partidos políticos.

La situación económica del país, los altos niveles de desconfianza ciudadana hacia los partidos y la evaluación negativa sobre su desempeño, ha orillado a poner sobre la mesa una serie de iniciativas para reducir el millonario financiamiento público que reciben, que es percibido por la ciudadanía como “privilegios de la clase política”.

Más que reducir los privilegios al 50% a los partidos, existen otras maneras de reducir estos privilegios económicos y de esta manera, se obligaría a los partidos a depender del trabajo de voluntarios, tener donaciones transparentes y a establecer topes de financiamiento a sus simpatizantes, además de motivar a los ciudadanos a acercarse a las casillas electorales a emitir su voto. Es el momento por el que atraviesa el país, a tomar decisiones que se han ido postergando indefinidamente por una cerrazón de los diferentes partidos. Hoy, el clamor social producto de la situación general económica que priva en el país, implica que se tomen decisiones drásticas, contundentes y donde todos nos apretemos verdaderamente el cinturón.

Dentro de las proposiciones que se deben discutir, está la iniciativa presentada por el diputado local, de la legislatura anterior de Jalisco, Pedro Kumamoto, que hace unos meses, propuso que en vez de tomar en cuenta todo el padrón electoral, para la asignación de recursos, sólo contará la votación válida en la elección anterior emitida, para calcular el dinero que se establecerá por partido político.

Otra proposición que pudiera ser viable, es autorizar financiamiento a los partidos solo en años con elecciones y eliminar los recursos para actividades ordinarias y específicas, dejando sólo lo destinado a gastos de campaña. ¿Por qué vamos a financiar los mexicanos a un partido político cuando no está en competencia, para sus asambleas y su vida interna? Otras más, sería elevar de 3 al 5% el mínimo de votos que un partido debe obtener para acceder a recursos públicos, con 3% pudiera conservar el registro como instituto político, pero sin financiamiento del Estado, por lo que tendría que buscar dinero privado.

Dentro de otras: que se disminuyan los tiempos de las campañas electorales para que sean menos costosas, así, todos los partidos estarían en condiciones de prescindir del dinero proveniente del impuesto de los ciudadanos para hacer frente a los procesos electorales.

Reducir diputados plurinominales y de mayoría relativa. Reducir gasto de topes de precampañas de 20 a 10%. Modificar la fórmula de repartición de las prerrogativas que se otorgan a los partidos políticos, sin importar la representación con la que cuenten. Que todos reciban el mismo financiamiento.

No se trata sólo de una ingeniería electoral, que le den más o menos dinero a los partidos, que más o menos se transformen los puestos a elegir. El sistema político mexicano en general necesita pensar en mejorar la calidad de la representación, para lo cual podría ayudar el hecho de que se disminuya de distintas maneras, el presupuesto a los partidos políticos y se exija que los ciudadanos que lo sostenemos, seamos los que nos encarguemos de ello. Además es necesario diseñar una mecánica electoral en la que se represente los intereses, tanto de las mayorías como de las minorías.

Es urgente pensar en una reducción del financiamiento público, sin llegar al extremo de eliminarla por completo, pero garantizando que el sistema de partidos le cueste menos a los mexicanos y al erario y regular de manera eficaz,los recursos provenientes de otras fuentes, de modo que no se le ponga a los políticos o a los partidos al servicio de intereses inconfesables, el único interés al que deben servir es al ciudadano, al bienestar de México y al libre ejercicio democrático. No por querer ahorrar unos dineros, echemos a perder lo que tanto trabajo nos ha costado.

*Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, A. C.
andale941@gmail.com

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