ATERRIZAJES

La caída de los sueños

Por Adán Echeverría
martes, 25 de septiembre de 2018 · 00:00

“El ego desproporcionado del tirano es una maldición para sí mismo y para su mundo”. J. Campbell.

No es una sino todas las promesas que se hicieron en campaña las que se han ido por el caño, y el Tlatoani de Tabasco sigue sin perder un espacio en la preferencia del electorado. Luego de señalar una y otra vez, de insultar incluso a todos esos funcionarios que no se atendían en los servicios médicos públicos, AMLO se muerde la lengua y atiende a su hijo en una de las clínicas más caras de la CDMX. Sus viajes en las aerolíneas comerciales son noticia de primera plana porque de nuevo fracasa en todos los dramas que hacía. Mientras eso pasa, gira instrucciones para que su brazo de pelea Sheinbaum presione al Tribunal y se anulen elecciones en Puebla, y en Coyoacán.

Morena lo quería todo, y ahora lo tiene todo. El aprendizaje para robar no les llevará más de un año del sexenio que viene. Es claro que nada va a cambiar en México, es claro que los enfrentamientos con la prensa seguirán existiendo y se volverán más radicales. Es tiro seguro que habrá una y mil intenciones de callar a los periodistas, de callar las voces críticas, de regular las redes sociales, para que el pensamiento mágico fantasioso de AMLO siga avanzado en las mentes de un pueblo enajenado, deseoso de mantenerse en la ignorancia, en el fanatismo al que están acostumbrados.

Justo aquellos que se dicen más ateos son los que caen de inmediato en el pensamiento mágico de un personaje como AMLO, y esto porque para declararse ateo, primero tiene que importarte algún tipo de dios. Y bajo ese influjo se ha creado el adoratorio de todos los políticos mexicanos, a los que muchos ciudadanos siguen viendo para arriba.

AMLO, Porfirio, Sheibaum, Monreal, Mario Delgado, Ebrad, Encinas, todos personajes que cada vez se creen más el personaje en el que se han revestido, y creen que pueden tocar a las reporteras, tomarlas del hombro, decirles Cariñitos, revolverles el pelo; porque insisten en creer que ellos han llegado para que el mexicano promedio sea feliz.

Son una pena las noticias diarias acerca delos arrebatos de AMLO: Yo no me voy a pelear con Trump por el muro. Yo no voy a perseguir a nadie. Yo no voy a bajar las gasolinas. México está en bancarrota. Yo no les voy a fallar. Tal vez no encuentre a sus familiares desaparecidos, pero nadie me acusará de no haber instruido a quien se debe de que los intente encontrar. Toin Toing y Recontra Toing.

¿Es en serio? ¿Ante este tipo de declaraciones ustedes se siguen sintiendo intelectuales? La palabrería de AMLO es de antología. Cuántos artículos científicos podrían inscribirse analizando solamente su lenguaje y todas las cosas que dice y de las que luego se desdice. AMLO es una persona que ha llegado al grado de no saber que se equivoca. En verdad se ha creído lo de ser el Mesías. Y jamás ha entendido que sólo es una forma más de burlarnos de él.

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