¿Viva México?

miércoles, 17 de septiembre de 2014 · 22:35
Hace 204 años, hombres y mujeres se manifestaban a favor de la libertad y de la igualdad en un territorio que había alcanzado un gran crecimiento económico pero que solo beneficiaba a los españoles y a un grupo selecto de autoridades, comerciantes y terratenientes.
Las condiciones de las mayorías eran lamentables, las oportunidades de trabajo escasas, los salarios inequitativos, prevalecían los trabajos forzados, los tributos eran altos y las condiciones de igualdad social inexistentes.
Por ello Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Mariano Abasolo, Juan Aldama, Josefa Ortiz de Domínguez, José Miguel Domínguez, Mariano Matamoros, Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria, José María Morelos y Pavón, Vicente Guerrero y otros, habrían de alzarse en armas para luchar por la independencia de México, pero también para acabar con los excesos del poder.
Hoy millones de mexicanos nos levantamos para buscar la chuleta o el pan que permita el sustento de nuestras familias. En México andamos rondando los 120 millones de habitantes, de los cuales sólo 20 millones están trabajando formalmente según los datos del IMSS.
Los que pagamos el Impuesto Sobre la Renta en México trabajamos casi cuatro meses para sostener el presupuesto público y lo que se nos ingresa el resto del año es para satisfacer nuestras necesidades y las de nuestras familias.
Los contribuyentes hacemos enormes esfuerzos para reducir costos de operación de nuestras labores profesionales o micro empresariales. En cambio es común ver a ciertos funcionarios públicos de los tres niveles de Gobierno y de los tres Poderes sentados en vuelos de primera clase, con escoltas, en carros ostentosos para su uso los 365 días del año, gastando millones de pesos en su imagen política o creando fundaciones que son financiadas con recursos públicos.
Además si uno revisa los sueldos de ciertos funcionarios públicos con sus nuevas propiedades, negocios y cuentas bancarias, toca el cero y no da.
Los tres niveles de gobierno o el Congreso no han generado acciones paralelas que evidencien una reducción del gasto corriente, de dependencias gubernamentales, nómina o en gastos de representación. Es decir, los ciudadanos y sectores productivos pagamos muchos impuestos pero no se ve claro en que se aprietan el cinturón los gobernantes.
La realidad es que mucho se podría hacer para mejorar la manera como se ejecuta el gasto gubernamental. ¿Para qué quiere más dinero el gobierno si no hay evidencias contundentes de austeridad y manejo óptimo del gasto público?
Ahora bien, un elemento clave del gasto público es la transparencia y rendición de cuentas. Según Transparencia Internacional en el Índice de Percepción de la Corrupción 2013 que evalúa a 176 países, México ocupa el lugar 106 a nivel internacional.
Asimismo, de acuerdo al Informe País sobre la Calidad de la Ciudadanía realizado por el INE y el Colegio de México (2014) en México, 66% de los mexicanos cree que las leyes en el país se cumplen poco o nada.
Este informe muestra que México se encuentra en un complejo proceso que se caracteriza, en términos muy generales, por una desconfianza en las autoridades, especialmente en legisladores, partidos políticos, sindicatos, policías y, en general, un desencanto por los resultados que ha tenido la democracia.
Si esto no cambia, seguirán pagando los platos los mismos con una clase política que no le gusta rendir cuentas y que se beneficia del recurso público para sus intereses partidistas o personales.
Si reviviéramos a los héroes de la Independencia y vieran la realidad de la clase gobernante actual, ¿qué dirían? ¿Viva México? Usted, ¿qué piensa?

* El autor es filósofo con estudios en las universidades de Minnesota, British Columbia y Nevada.
Twitter: @rafaelroblesf

...

Valorar noticia

Comentarios