Columna

Ajedrez Público

Por Alfonso Torres Chávez
domingo, 28 de agosto de 2016 · 00:00
Alfonso Torres Chávez
alfonsotorr@gmail.com
 
Historias

La historia descubierta por la periodista Carmen Aristegui respecto al plagio que hiciera Enrique Peña Nieto de su tesis de licenciatura ha dado de que hablar. El 29 por ciento del contenido de la tesis profesional del presidente fue plagiado de otros autores. En el texto 197 párrafos fueron plagiados.

La Universidad Panamericana y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), guardan un ejemplar de la tesis del presiente como lo hacen con la de muchos estudiantes.

La tesis plagia párrafos de autores como el historiador Enrique Krauze y el libro ‘El presidencialismo Mexicano’ del ex presidente Miguel de la Madrid.

Aún con los párrafos plagiados este asunto exhibe públicamente la imagen presidencial, sobre todo en un momento en que la administración no pasa por su mejor aprobación.

Plagiar es una práctica poco honesta, pero a nadie le preocupó el asunto hasta que se exhibió la tesis profesional del presidente.

En el caso de Enrique Krauze, el texto de Peña toma párrafos del libro ‘Plutarco Elías Calles: reformar desde el origen’. Lo más grave de la cuestión, es que la Secretaria de Educación Pública nos diga a los ciudadanos que no es grave que la tesis del presidente sea producto de un plagio y no de una investigación original.

Y aquí surge la pregunta que seguramente usted se está haciendo: ¿Cuál es el problema de que haya plagiado 197 párrafos de sus tesis si es una práctica común, con todo y que se sanciona por los reglamentos de cualquier universidad? Bueno, la respuesta es tan simple como esa misma pregunta: Lo primero que se exhibe de un funcionario público de cualquier nivel son sus antecedentes académicos, por lo que más allá del método a través del cual haya obtenido su título universitario, es natural que siendo presidente de la República en algún momento su currículo estaría en escrutinio público, y de la investigación se desprende la existencia de ejemplares de la tesis en bibliotecas tanto de la Universidad Panamericana como de la UNAM. 

Por encima del escarnio público gracias al ridículo de una tesis plagiada, esto muestra una falta de genialidad más que evidente por parte del presidente, por lo que no es de extrañar que esta situación de la tesis despierte más suspicacias que las que se han dado durante su administración con el asunto de la casa blanca y otros haberes nacionales.

El plagio de una tesis es grave, sobre todo si se toma en cuenta que el prestigio de un funcionario público tiene en gran medida mucha conexión con su pasado y sobre todo con su paso por las aulas universitarias.

El presidente tendrá que dar muchas explicaciones.

El problema será saber a quiénes convence con dichas explicaciones.

...

Comentarios