AJEDREZ PÚBLICO
Caballeros del zodiaco
Por Alfonso Torres Chávez
Ensenada, B. C.
Nuestros políticos me recuerdan a la serie de caricaturas Los caballeros del zodiaco. Todos se transforman en personajazos.
Todos se transforman para seguir el sueño de las doce casas, o sea, la presidencia de la república.
Todos quieren llegar, pero una vez arriba empiezan a cuestionarse cosas.
Mientras nuestros políticos se transforman en fieles corderos para alcanzar el poder, la política no pierde su esencia: servir a la sociedad.
Fríamente, el objetivo final de los partidos políticos es alcanzar el poder. Una vez hecho esto han alcanzado su fin último.
El poder es objeto y fin en la Constitución. Todos los textos constitucionales regulan, controlan, estatifican y gradúan el poder.
Los políticos profesionales están llenos de asesores que les dicen cómo llevar el sendero de la democracia.
Una vez que el poder se alcanza, se debe cumplir el segundo objetivo: conservarlo.
Si se pierde, al menos en parte los partidos políticos habrían perdido su finalidad.
El sistema de partidos en México es abierto. Eso es parte del sistema político.
Está en su esencia.
El que haya varios partidos políticos no tiene por qué ser un problema. En Estados Unidos de América, hay dos partidos políticos y eso mantiene activa la democracia.
En México, tenemos tantos partidos como opciones. El sistema está diseñado para incentivar la participación política, por eso es importante.
No debemos soslayar que los políticos son importantes. Y no me refiero a sus tropelías, sino a la actividad que desarrollan, sin la cual la sociedad no existía como la conocemos.
Las primeras manifestaciones de organización política se da en la era tribal. Los griegos perfeccionaron la oratoria, y volvieron la política un arte. El arte del buen decir.
La combinación de un buen discurso, con propuestas bien conducidas es lo que da como resultado un político profesional con una carrera exitosa.
La competencia política es necesaria para la sociedad.
alfonsotorr@gmail.com
Nuestros políticos me recuerdan a la serie de caricaturas Los caballeros del zodiaco. Todos se transforman en personajazos.
Todos se transforman para seguir el sueño de las doce casas, o sea, la presidencia de la república.
Todos quieren llegar, pero una vez arriba empiezan a cuestionarse cosas.
Mientras nuestros políticos se transforman en fieles corderos para alcanzar el poder, la política no pierde su esencia: servir a la sociedad.
Fríamente, el objetivo final de los partidos políticos es alcanzar el poder. Una vez hecho esto han alcanzado su fin último.
El poder es objeto y fin en la Constitución. Todos los textos constitucionales regulan, controlan, estatifican y gradúan el poder.
Los políticos profesionales están llenos de asesores que les dicen cómo llevar el sendero de la democracia.
Una vez que el poder se alcanza, se debe cumplir el segundo objetivo: conservarlo.
Si se pierde, al menos en parte los partidos políticos habrían perdido su finalidad.
El sistema de partidos en México es abierto. Eso es parte del sistema político.
Está en su esencia.
El que haya varios partidos políticos no tiene por qué ser un problema. En Estados Unidos de América, hay dos partidos políticos y eso mantiene activa la democracia.
En México, tenemos tantos partidos como opciones. El sistema está diseñado para incentivar la participación política, por eso es importante.
No debemos soslayar que los políticos son importantes. Y no me refiero a sus tropelías, sino a la actividad que desarrollan, sin la cual la sociedad no existía como la conocemos.
Las primeras manifestaciones de organización política se da en la era tribal. Los griegos perfeccionaron la oratoria, y volvieron la política un arte. El arte del buen decir.
La combinación de un buen discurso, con propuestas bien conducidas es lo que da como resultado un político profesional con una carrera exitosa.
La competencia política es necesaria para la sociedad.
alfonsotorr@gmail.com
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