AJEDREZ PÚBLICO
Tenacidad
Por Alfonso Torres Chávez
Ensenada, B. C.
Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo; Facundo Cabral
En la vida todo es aprendizaje. Vivir es una clase eterna que se acaba con la muerte. Todos tenemos habilidades diferentes, por eso hay médicos, abogados, ingenieros. La pasión y el dinero vienen juntos. Si las cosas se hacen con agrado, con placer y con pasión, estamos del otro lado. Al menos, podemos decir que somos y seremos felices con que la vida nos regale momentos de felicidad como el trabajo, la familia, una taza de café, el olor de un pastel de manzana.
Facundo Cabral, el trovador argentino asesinado por confusión en Guatemala, nos recuerda que la vida se trata, -al menos en parte- de coleccionar momentos agradables que guarden hasta la muerte.
El trabajo dignifica. Por ello, cuando hacemos aquello que nos apasiona el tiempo que pasamos trabajando es un tiempo de disfrute.
- ¿Trabaja usted demasiado?, le preguntó un alumno al maestro García Máynez, quien respondió amablemente: "yo no trabajo, porque mi trabajo me proporciona placer”.
Cuando trabajamos por algo que nos apasiona, o nos produce una ilusión las horas que pasamos realizándolo no se sienten.
Si todas las personas fuesen capaces de disfrutar de su trabajo, la amargura no existía.
Somos nosotros mismos los responsables de ese disfrute.
El trabajo no es un castigo. Es una forma que tiene la vida, para hacernos sentir realizados, además de aportar un beneficio a la sociedad.
Todos los días es posible levantarse a enfrentar la vida con una sonrisa.
El mañana es futuro. El presente es el hoy y el ahora.
De nosotros depende hacernos la vida más llevadera si disfrutamos intensamente la profesión, industria u oficio que mejor nos acomode.
La próxima semana nos veremos otra vez.
Hasta entonces.
alfonsotorr@gmail.com
Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo; Facundo Cabral
En la vida todo es aprendizaje. Vivir es una clase eterna que se acaba con la muerte. Todos tenemos habilidades diferentes, por eso hay médicos, abogados, ingenieros. La pasión y el dinero vienen juntos. Si las cosas se hacen con agrado, con placer y con pasión, estamos del otro lado. Al menos, podemos decir que somos y seremos felices con que la vida nos regale momentos de felicidad como el trabajo, la familia, una taza de café, el olor de un pastel de manzana.
Facundo Cabral, el trovador argentino asesinado por confusión en Guatemala, nos recuerda que la vida se trata, -al menos en parte- de coleccionar momentos agradables que guarden hasta la muerte.
El trabajo dignifica. Por ello, cuando hacemos aquello que nos apasiona el tiempo que pasamos trabajando es un tiempo de disfrute.
- ¿Trabaja usted demasiado?, le preguntó un alumno al maestro García Máynez, quien respondió amablemente: "yo no trabajo, porque mi trabajo me proporciona placer”.
Cuando trabajamos por algo que nos apasiona, o nos produce una ilusión las horas que pasamos realizándolo no se sienten.
Si todas las personas fuesen capaces de disfrutar de su trabajo, la amargura no existía.
Somos nosotros mismos los responsables de ese disfrute.
El trabajo no es un castigo. Es una forma que tiene la vida, para hacernos sentir realizados, además de aportar un beneficio a la sociedad.
Todos los días es posible levantarse a enfrentar la vida con una sonrisa.
El mañana es futuro. El presente es el hoy y el ahora.
De nosotros depende hacernos la vida más llevadera si disfrutamos intensamente la profesión, industria u oficio que mejor nos acomode.
La próxima semana nos veremos otra vez.
Hasta entonces.
alfonsotorr@gmail.com
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