Xenofobias universitarias

Ensenada, B. C.

El sistema educativo mexicano demuestra una vez más su humanismo. La Universidad Autónoma de Baja California (UABC), admitió en sus escuelas y facultades a alumnos haitianos que como cualquier aspirante presentaron y aprobaron su examen de admisión.

Facebook se convirtió en un hervidero de comentarios donde se denostó a nuestra máxima casa de estudios por admitir extranjeros en sus programas académicos.

El estatuto universitario no prohíbe el ingreso de extranjeros a la UABC. Los requisitos para ingresar a la institución son sencillos: obtener el puntaje suficiente en el examen de admisión para la licenciatura deseada y presentar el certificado de preparatoria.

Los xenófobos abundan, pero lo impactante es ver que personas se expresen con comentarios respecto a estudiantes, que como todos ingresaron, por medio de un concurso y presentando un examen de admisión.

La xenofobia no soluciona problemas, pero sí complica la convivencia social.

Las expresiones xenofóbicas son un distintivo de sociedades poco evolucionadas, que no comprenden que las sociedades son multiculturales.

Los comentarios son discriminatorios.
No hay otra palabra para calificar tales actitudes.

Pero lo doloroso es que se trate de personas que no comprenden que todos los que son admitidos en la UABC, van a terminar aportando a Baja California con sus conocimientos.

Mientras la educación y la propagación de los derechos humanos invaden todos los espacios públicos del país, aún hay grupos que no logran comprender que la sociedad se nutre día a día. Los haitianos que llegaron a Tijuana buscando una vida mejor y se integraron a la vida en comunidad, han aportado a la sociedad.

La sociedad es un crisol.
Los comentarios xenofóbicos no son otra cosa más que una manifestación clara de una violación a los derechos humanos.

La autonomía universitaria permite que una vez cumplidos los requisitos, se pueda acceder a los programas ofertados por la universidad, pero no se dice nada respecto a la extranjería, si se aprueban los exámenes se accede.

¿Qué pasa con una sociedad que es xenofóbica y que no es capaz de aceptar que un extranjero tenga el mismo derecho a educarse dentro del país? Eso es lo que nos da una cierta dosis de intolerancia.

La intolerancia es algo que se ha convertido en un denominador común, y que convierte a nuestra sociedad en una fuente de divisionismo.

Cabría preguntarse si no es momento de cambiar la postura.

alfonsotorr@gmail.com