De músico, poeta y loco…

lunes, 18 de agosto de 2014 · 22:06
…todos tenemos un poco, dice el refrán. Ha de ser cierto. Después de todo, ¿quién no ha cantado bajo la regadera, soltado un verso sin esfuerzo, o recibido el epíteto "tás loco” por lo menos una vez?
Pero yo, cada vez que oigo o digo el susodicho dicho, me acuerdo de Federico García Lorca. Hoy, aún sin quererlo, me acuerdo más, porque la fecha obliga: el 18 (ó 19) de agosto de 1936, a los 38 años, Federico García Lorca (el poeta de mayor influencia y popularidad de la  literatura española del siglo XX) fue asesinado, por la espalda, tras la sublevación militar que dio origen a la Guerra Civil Española. 
Decía García Lorca: "Yo aprendí música gracias a un hombre buenísimo y tímido: Don Antonio Segura Mesa, que había soñado, durante su juventud, en llegar a ser un gran compositor. El bueno de Don Antonio me enseñó piano, armonía, y me inició en la ciencia folclórica. Es curioso que yo, tan torpe de manos para cualquier otra cosa, llegara a tocar ("primorosamente” sería la palabra exacta) el piano…”
El amor de Lorca por la música popular española se vio alimentado por su contacto con Manuel de Falla, quien se estableció en Granada en 1919. Viajaron juntos por los pueblos de Andalucía en busca de canciones del folclore genuinamente tradicionales. Vaya, hasta se aventaron la puntada de organizar, en junio de  1922, un Certamen de Cante Jondo, en el que participaron los más populares y talentosos exponentes del género. Don Manuel y Federico querían que Igor Stravinsky y Maurice Ravel formaran parte del jurado, pero el Ayuntamiento de Granada no tenía tantos dineros. Pero ese en un asunto que ni al caso.
Dicen los que la han leído toda, que toda la producción dramática y poética de Lorca está toda impregnada de la música popular española. Bueno, de la popular española en particular, y de música-a-secas en general. Ahí tiene usted por ejemplo, este que dice:
¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!
Por tu amor me duele el aire,
el corazón y el sombrero.
¿Quién me compraría a mí
este cintillo que tengo,
y esta tristeza de hilo
blanco, para hacer pañuelos?
¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!

Javier Ruibal le puso música (encima) a esta música poética y le quedó una canción razonablemente buena. Ahí lo tiene usted. Espero que no le parezca superferolítica (artificial, empalagosa, cursi):
 
Así como la música permeó la vida y la obra de Federiquito (como le decían muchas de sus amigas), así su vida y obra han estado presentes en el mundo de la música desde que lo mataron hasta hoy día. Esa presencia ha rebasado el  mundo del flamenco. Por ejemplo, en 1996 el cantaor granadino Enrique Morente y el grupo de rock Lagartija Nick se juntaron para hacer Omega, que contiene arreglos musicales de gran parte de los poemas de "Poeta en Nueva York”. Un alucine de álbum. Está usted a dos clics de distancia. Chéquelo porfaplís.
 
Otros que han rendido homenaje a García Lorca son Camarón, Manzanita, Esperanza Fernández, Pata Negra, Remedios Amaya, Carlos Cano (¿será el de Mecano?), Manolo Sanlúcar, Carmen Linares y Ana Belén.
Hasta hoy, martes 19 de agosto de 2014, mi canción preferida es "Take this waltz”, de Leonard Cohen, en la versión de Enrique Morente.
En una de las mil tertulias de las que fue alma el buen Federico, un señor ya entrado en años dijo lo siguiente: "Cuando uno le conoce, y luego le escucha, se tiene la sensación de que no vale la pena seguir luchando para "hacer algo en la vida”. Sólo llegaríamos a los pies de las alturas en las que él camina sin esfuerzo, como por un terreno plano”.
 
A García Lorca lo mataron, pero él no se murió.

...

Valorar noticia

Comentarios