LA BUFADORA

Cuando se rinde protesta y se jura cumplir y hacer cumplir la ley se supone que el funcionario o representante popular involucrado se concentrará al cien por ciento en su labor y que se quitarán la cachucha de su partido (eso siempre dicen), pero conforme se aproxima el 30 de noviembre -plazo que estableció el gobernador Francisco Vega de Lamadrid-, llama la atención de que varios de los servidores públicos que buscarán una candidatura hayan solicitado permiso o licencia temporal en lugar de presentar su renuncia. ¿Se vale dejar tirado el trabajo y luego regresar si no logran la postulación?

 

Por ejemplo, Pablo Alejo López Núñez, actual subsecretario general de Gobierno del Estado, ha dicho que renunciará para tratar de alcanzar la diputación por el Distrito XIV, pero el delegado de la Secretaría de Desarrollo Social, Alfonso León Bio, quien aspira a la misma posición, manifestó que él pedirá licencia temporal. Antes el que se iba a la villa perdía su silla, hoy se la cuidan.

 

Faltan casi seis meses para que se celebren las elecciones locales intermedias en Baja California, marcadas para el domingo 5 de junio de 2016, y justamente ese día por la noche ya sabremos quién ganó la presidencia municipal de Ensenada y las diputaciones por los distritos XIV y XV, así como una primera proyección bastante cercana de quienes integrarían el Cabildo.

 

Y aunque relativamente falta poco tiempo, a unas horas de que se conozcan oficialmente los nombres de los funcionarios estatales que podrían renunciar o solicitar licencia para buscar contender por algún cargo de elección, prevalece la incertidumbre en muchos aspectos.

 

De entrada aquí en Ensenada los aspirantes de la mayoría de los partidos políticos, excepto Morena, no saben si finalmente se concretarán alianzas, también desconocen si a la alcaldía postularán a una mujer o un hombre, y por si fuera poco ignoran si el proceso de designación de candidatos será a través de encuestas o sus dirigentes nacionales tendrán el privilegio de palomear a los elegidos.

 

Lo único que sí es seguro es que los militantes de cualquier fuerza política no tendrán la posibilidad de influir en el proceso para escoger a sus abanderados.

 

En México tenemos partidos políticos que presumen una democracia que no practican. Y lo más grave es que sus militantes activos y simpatizantes abiertos se quedan calladitos, agachan la cabeza, aplauden imposiciones, defienden lo indefendible, y todavía tienen el descaro de descalificar e insultar a sus adversarios políticos en redes sociales, cuando en los hechos son almas gemelas. Ya no se sabe quiénes son peores, si los dirigentes o los militantes.

 

Sin embargo, el resto de la sociedad tolera esta simulación desde hace décadas, y asume con alarmante resignación que un puñado de políticos se recicle en el poder por los siglos de los siglos.

 

¿Cuántas ocasiones los partidos políticos han prometido postular caras nuevas?, ¿dónde están sus cuadros o sectores de jóvenes, mujeres, campesinos, empresarios, etc.?, ¿por qué ningún partido convoca a una elección primaria para postular a sus candidatos?, ¿por qué nadie al interior de los partidos propone un debate entre los aspirantes?, ¿por qué ocultan las encuestas, si es que las hacen?

 

La burla es que los políticos todavía se indignan que en los medios de información masiva se diga que todos los partidos son iguales.

 

La última reforma electoral realmente de vanguardia que se aprobó en Baja California fue en 1991 de cara para los comicios del siguiente año, incluso tuvo repercusión nacional, pero las posteriores modificaciones sólo se enfocaron para ampliar las prerrogativas de los partidos en lugar de alentar la participación ciudadana.

 

Por lo tanto, resulta ingenuo pensar que el 5 de junio de 2016 la gente acudirá en gran número a las urnas si prevalecen estas inercias, salvo que de repente surja un candidato(a) independiente con trayectoria intachable, arraigo y carisma, lo cual se antoja difícil a estas alturas, o bien, que el PRI o el PAN manden a la calle a pedir el voto a hombres y mujeres cuya imagen no tenga abolladuras, con opciones de crecer, porque si imponen a los mismos de siempre entonces los resultados serán iguales. Los milagros en la política no existen, los pecados sí.

 

Una parte importante de la mancha urbana de este puerto pertenece al Distrito Electoral Federal 07, pero los diputados que emanan de esta demarcación con cabecera en Mexicali, casi nunca se vuelven a aparecer por Ensenada, y hasta el momento la actual legisladora panista, María del Rosario Rodríguez Rubio, todavía no se hace presente por estos lares, porque Ensenada está representada en la Cámara Baja por tres legisladores, todos del PAN, Wenceslao Martínez Santos, Eloísa Talavera Hernández y la propia Rodríguez Rubio.