LA BUFADORA

 

Una fuente digna de crédito, nos envió el siguiente mensaje: "No habrá ningún orador ensenadense en la visita del presidente de la república, Enrique Peña Nieto; el Estado Mayor Presidencial ya tiene el programa elaborado. Se enviaron invitaciones muuuuy contadas. Grupo selecto, como siempre”.

Lo anterior ya se veía venir, pero dadas las circunstancias de esta gira presidencial, la primera de Peña Nieto a este puerto en lo que va de su gestión, muchos albergaban la esperanza de que el mandatario del país rompiera un poco el rígido protocolo de sus recorridos, siempre en escenarios aislados de la gente y muy controlados, para darse un baño de pueblo y traer respuestas concretas a temas fundamentales, como el abasto de agua, el mejoramiento de las condiciones de trabajo en el Valle de San Quintín, la construcción de infraestructura productiva, la continuación del libramiento El Sauzal-Maneadero, y el cambio de sede de la Guarnición Militar de El Ciprés, para utilizar ese predio como bosque de la ciudad con frente de mar.

Trascendió que Peña Nieto sólo encabezará la ceremonia del Día de la Marina, inaugurará la Expo-Mar y recorrerá la ampliación del jardín ventana al mar, obras a cargo de la Administración Portuaria Integral de Ensenada.

Si la agenda de eventos se reduce a dichas actividades, será otra intrascendente gira presidencial, similar a las realizadas en los últimos 15 años.

Y tal vez la mejor prueba de que no habrá anuncios importantes por parte de Peña Nieto, es que a una semana del Día de la Marina, todavía no se confirma su presencia aunque ya todo mundo lo sabe. Qué triste que nuestros gobernantes casi vengan a escondidas, sin avisar y de pisa y corre.

De seguir así, es factible que el actual presidente pase a la historia como el más distante de la sociedad, porque de su índice de credibilidad mejor ni hablamos.

 

¿Valdrá la pena asistir a la ceremonia del Día de la Marina sólo para tomarse la foto con el presidente y subirla a las redes sociales?

A los que literalmente les está cayendo un tormentón son al secretario de Pesca y Acuacultura del Estado, Matías Arjona Rydalch, y al Comisionado Nacional de Pesca Mario Aguilar Sánchez.

Resulta que con el tema de repartir las 3 mil 600 toneladas de atún aleta azul que le corresponden a México, pretenden dividirla en empresas, lo que nunca se ha hecho así en México y en ningún otro lado.

Con los errores de Matías Arjona al excluir tanto a la atunera Tunamax, como a toda la flota de pesca deportiva del estado, que golpeará a por lo menos 500 familias de llevarse a cabo, el broncón es tal, que el mismo gobernador Francisco "Kiko” Vega ya no ve lo duro sino lo tupido por los reclamos, señalamientos bien fundados y exhortos de los cuales hacen caso omiso, pero que a unos días de las votaciones, sin lugar a dudas podría cobrarles factura.

Y mientras tanto el secretario sigue empujando para favorecer a la empresa Acuacultura de Baja California, y con el señalamiento de que trata de garantizar que le den una buena tajada del pastel, parece que dos de las cuatro empresas atuneras ya comenzaron a capturar, y dicen los que saben que al ser el atún aleta azul una especie migratoria, si continúan esperando la supuesta repartición y no se ponen las pilas, tendrán que ir a pescarlo a Estados Unidos o esperarlo hasta el próximo año.

Ya veremos qué pasa el próximo lunes primero de junio, Día de la Marina, fecha en que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, estará en Ensenada para la celebración, donde algunos advierten que ya se preparan los tambores de guerra para hacerle llegar todas estas inconformidades.

 

Es una costumbre y esta ocasión no podía ser la excepción. Siempre que se aproxima la jornada electoral, los partidos políticos que van muy abajo en las preferencias comienzan a denunciar a sus adversarios de toda clase de mapacherías, y de paso también acusan al órgano electoral de solapar a los candidatos que violan la ley.

La realidad es que, en el caso del 03 Distrito, para no meternos en el ámbito estatal y nacional, sólo hay de dos sopas, aunque la chiquillada comience a dar patadas de ahogado. La contienda por la diputación federal es entre el PAN y el PRI. Cuestión de tiempo para confirmarlo. En toda contienda hay protagonistas y participantes, y ayer ya empezó el lloriqueo de los participantes.