La Bufadora

Jaloneos

El miércoles de la semana pasada, el diputado federal panista, Wenceslao Martínez Santos, convocó a reunión con pescadores en oficinas de la Administración Portuaria Integral (API), para presentarles y tener retroalimentación sobre las iniciativas que presentó ante el pleno de la Cámara baja. En el encuentro a puerta cerrada participaron unas 30 personas, entre representantes de la pesca, legisladores federales y funcionarios, destacando la presencia del presidente de la Comisión de Pesca, el priista sonorense, Próspero Ibarra.

Por un asunto de agenda, la bajacaliforniana Nancy Sánchez, quien también es parte de la comisión, envió un representante en el ánimo de recoger los planteamientos del sector y, en su caso, materializarlos en acuerdos del legislativo. Apenas el 22 de julio pasado, también se celebró otra reunión con los integrantes de la Canainpesca en torno al estudio de viabilidad para la rehabilitación del puerto pesquero de Santa Rosaliíta, algo que ha demandado el sector desde hace varios años y que a la fecha sólo es cuestión de presupuesto, que al parecer, van por él.

Con el debido respeto a la generalidad de los temas expuestos por el sector pesquero (que fueron ocasión de más espacio en la información general de estas páginas), viene a colación otro asunto, más de carácter político y no precisamente con la antiquísima lucha de panistas versus priistas. No, más bien, canibalismo priista.

En la reunión participó la regidora electa Bertha Martínez Villalobos como representante del sistema calamar quien -ante un grupo de priistas, de esos que se guardan todo menos la información- aprovechó la ocasión para referirse en términos no muy amables de su correligionaria de partido, diputada federal y ex dirigente estatal del PRI, Nancy Sánchez Arredondo.

El problema de la regidora, dicen en este inexplicable, insondable y misterioso mundo del poder, es que negocio mata política.

3ª Guerra Mundial, informativa

RT, el Canal ruso de televisión e internet que transmite en español publicó que "la Tercera Guerra Mundial ya está en marcha, y es una guerra informativa”.

Interesante, porque independientemente del estilo anticapitalista y catastrofista del portal de noticias, es un hecho que el mundo vive intensamente el proceso de comunicación reemplazando las fuentes tradicionales o en su caso los referentes confiables de la información.

Nacen cientos de medios diariamente sin ningún filtro ni reglas. En México, hasta no hace mucho (no sólo la radio y la tv como concesiones del Estado están bajo un marco regulatorio) los permisos se extendían por la Segob para medios impresos. Llegaban y salían de circulación medios que exacerbaban a la población y algunos fueron sancionados. Por ejemplo, sigue estando prohibido publicar imágenes de cadáveres, de sexo explícito y de convocatorias (a través de medios) para la rebelión.

Todo este engranaje de normas y reglas que rigen a medios de comunicación ha sido relevado. Un video o texto viral en las redes tiene mayor influencia que cualquier medio. Ese vínculo entre información/conocimiento/cultura ha sido roto y su lugar lo ha tomado la charlatanería, supersticiones e ignorantes, sin que ello sea peyorativo, sólo en lo que se refiere a la falta de sustento… aunque es otra forma de cultura, habrá que aceptarlo.

En tanto, a los usuarios de las redes sociales, cada vez les resulta más difícil distinguir lo cierto de lo incierto.Por eso tiene cierto sentido el apocalíptico RT con que vivimos una nueva y eficiente ofensiva, aunque no distingamos bien a bien de quien contra quien, a menos que se trate de lo superfluo y cosmético contra lo básico y esencial.

Existe la creencia entre las personas que "comunicándose” entre sí llegarán a mejores puertos de conocimiento, pero en tanto no sepan distinguir lo cierto de lo banal, lo auténtico de lo perverso, la gente irá siguiendo la ruta de todos, la de la masa. Y eso, no siempre es necesariamente bueno.

Las nuevas publicaciones de Obama en la casa Blanca fuera de lo formal y el protocolo, la difusión de gráficas del fotógrafo personal; sus visitas a parques, saludos al personal de apoyo, "sketchs” o guiones cómicos (incluyendo discursos) y por supuesto la muy sencilla Michelle con sus vestidos de a dólar de Walmart y ahora hasta su hija trabajando de mesera.

El más auténtico, puro, liso, llano marketing. Actuación pura, de la política contemporánea, hacerle creer a la gente lo que no es cierto.

Entonces los ciudadanos norteamericanos, después de abrazar el muy sencillo estilo de los Obama con empatía, no se detendrán a analizar que fue de EU estos ocho años para su calidad de vida, ¿para qué?

Esa es una forma de ataque mediático en esa guerra de la que alude RT. Son las defensas, es el blindaje, lo cosmético y superfluo.

En tanto en México sigamos deliberando, debatiendo y demandando lo que queremos, estaremos bien. Hay quien acude al insulto, otro nivel en la escala de las demandas en la plataforma de la Suprema Corte de Justicia de Facebook y Twitter.

Sí importa el grado de vulnerabilidad de las instituciones, como la del presidente o el sistema de partidos, pero importa más que sigamos teniendo lo trascendente por encima de todo, el saber a dónde vamos y para qué.

Sin catastrofismos, el "México no aguanta más” es solo una expresión del hartazgo, entendido como decepción, muy lejano de ser un reflejo de la vida real.

Cualquier día llegará a nuestras vidas un Obama que nos haga olvidar lo importante y volvamos a ser felices con un gobierno que no haga nada pero cuyo presidente se eche unos tacos en la calle, vaya al béisbol y sus hijas trabajan de meseras. ¡Faltaba más!

No falta mucho, porque ya el gobierno actual se la ha creído. Supone y actúa en consecuencia por los gritos de las minorías, ante el silencio de las mayorías.