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COLUMNA XOCHICALCO: La importancia de la vocación docente

sábado, 23 de mayo de 2015 · 00:00
Por: L.C.E Yamile Nassar*
 
 
La palabra vocación es definida por la RAE como la inclinación a cualquier estado, profesión o carrera. Esta llamada inclinación es la motivación que nos impulsa a valorar, apreciar y ejercer de manera plena la profesión que se ha elegido.
La vocación está presente en cualquier profesión u oficio, en los docentes puede presentarse desde la niñez, cuando jugar a la escuelita es uno de los pasatiempos favoritos; para otras se presenta como una tradición familiar o en la adolescencia o adultez temprana.
La vocación docente, o el llamado "don para enseñar”, es el deseo y la pasión por enseñar y aprender junto a los alumnos; para muchos docentes no hay mejor gratificación que observar a sus alumnos aprender y recorrer el camino del conocimiento de manera exitosa.
Sin embargo, difícilmente prevalece y se mantiene ferviente durante toda la vida laboral, por ello es necesario que el docente (de cualquier nivel educativo, edad, clase social, etc.) se tome un tiempo para reflexionar sobre su práctica, realizar una autoevaluación y recordar de vez en vez qué lo llevó a elegir la profesión, así como renovar el gusto por el quehacer educativo; gusto que la mayoría de las veces se ve consumido por el estrés de la vida cotidiana, los problemas en el centro educativo y los constantes cambios que sufre la sociedad y que demanda gran trabajo a los docentes.
Así mismo, la vocación de un docente es percibida y admirada por los alumnos; ellos siempre preferirán a un docente que llegue al salón de clases satisfecho con su trabajo y con ganas de mejorar. 
Es importante recordar que el docente tiene, dentro y fuera del aula, una responsabilidad muy grande, la responsabilidad de predicar con el ejemplo y de cumplir con sus acciones uno de los más grandes objetivos de la educación, que es formar ciudadanos responsables, competentes para la vida y aptos para convivir en sociedad.
Cuando una persona deja de lado su vocación profesional por diversas razones como el perseguir intereses económicos, miedo, falta de ilusión y/o es obligado por otros factores a elegir una profesión que no es de su agrado, existen repercusiones que acompañarán al individuo durante todo el tiempo que ejerza o dedique tiempo a dicha profesión. Esta demás mencionar que en el área educativa la falta de vocación en un docente puede provocar en el alumno deserción escolar, desesperanza aprendida, bajo rendimiento escolar e indisciplina, por mencionar algunas consecuencias.
Para concluir, es importante cuestionar la vocación docente desde los inicios de la formación profesional, para prevenir el posible abandono de la profesión, pérdida de tiempo que posiblemente derive en un cambio de carrera profesional, situaciones de contrariedad, inconformidad en general y sobre todo prevenir situaciones innecesarias frente a los estudiantes en formación.

* Auxiliar del Depto. Psicopedagógico de Universidad Xochicalco, campus Ensenada

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