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LA COMEDIA POLÍTICA: Todos somos pecadores

viernes, 22 de mayo de 2015 · 00:00
Por: Dan T.
 
 
México, D.F. - El domingo pasado, el sacerdote de mi parroquia comenzó a dar su sermón. Se nota que estaba bastante encamionado porque desde el púlpito nos reclamó a todos los feligreses:
-El sermón de hoy quiero que lo escuchen muy bien, porque no es posible que estas cosas pasen en nuestra colonia. ¡¡¡Me robaron mi bicicleta!!! No puede ser que aquí, donde nos conocemos todos de toda la vida, nos hagamos esto unos a otros. Uno de los mandamientos dice: "Amarás a Dios, sobre todas las cosas”, pero ustedes no lo aman, porque el que ama a Dios, ¡no roba! 
A diferencia del sacerdote, el que no logró cerrar la boca a tiempo fue el presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, quien fue exhibido de la peor manera: haciendo comentarios ofensivos y burlones sobre un supuesto dirigente indígena. 
Cualquiera que conozca a Córdova sabe que se le pueden criticar muchas cosas, pero nadie se atrevería a llamarlo racista. Es un hombre formado, desde niño, en la izquierda, en una cultura de la democracia, de la tolerancia, de la apertura. Lo que dijo, sin duda, es una de las más grandes tonterías de su vida, pero no creo que sea motivo suficiente para exigirle que renuncie. Lo malo, como sabemos, es que los mexicanos nos hemos vuelto unos histéricos, nos azotamos contra las paredes por cualquier tontería y, si se puede, colgamos en los postes de teléfono a quienes nos parecen políticamente incorrectos. 
Lo peor del asunto es que por andar metidos en el escándalo de las declaraciones, estamos dejando de lado un asunto muy importante: a los consejeros del INE los espían telefónicamente. Lo que vimos el martes fue un aviso, una amenaza de parte de quienes se sienten amenazados por el INE. Si pensaste en el Partido Verde, ¡chócalas!

¡Ave María!
Hay algo que no entiendo: se supone que en México existe una separación entre la Iglesia y el Estado. Tan es así, que Benito Juárez creó las Leyes de Reforma que pusieron fin al dominio de los curas en nuestro país.
Sin embargo, cualquiera que haya seguido en estos días las campañas electorales se habrá dado cuenta de que hay mucha similitud entre los asuntos de la fe y las elecciones. ¿Por qué? Porque cuando uno va a misa, confiesa sus pecados. Y, en cambio, los candidatos lo que hacen es confesar los pecados. ¡de sus oponentes!

Gran misterio
A ver, ahora una adivinanza. ¿En qué se parecen el Partido Humanista y los tacos que venden afuera del Metro? En que uno no sabe de qué cochinada están hechos.
Por ejemplo, del Partido Verde ya sabemos que es una basura. Sin embargo, el Partido Humanista es un gran misterio, pues ni campaña hace. Eso me lleva a pensar que, en realidad, es un gran negocio. Ponte a pensar que estos infelices recibirán como financiamiento para estas elecciones ¡¡¡120 millones de pesos!!! que salen de ti, de mí y de todos los mexicanos. Si no fuera porque hoy es viernes, me pondría a llorar.

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