LA COMEDIA POLÍTICA: Bye, bye, Mr. Trump

 

México, D.F. - ¿Por qué cuando hay Juegos Olímpicos los países latinoamericanos no destacan en atletismo? Porque todos los que saben nadar, saltar y correr, cruzaron el Río Bravo, se brincaron la barda ¡y se echaron a correr de la Migra!

Otra pregunta deportiva: ¿por qué hay tantos boxeadores latinoamericanos en Estados Unidos? Pues porque es la única manera de romperle el hocico a un gringo sin que llegue la policía y te arreste.

 

¿Por qué las gringas inhalan Canderel? Porque creen que es coca de dieta.

 

¿Cómo evitas que un gringo te robe tu dinero? Fácil: lo escondes debajo del jabón.

 

No tengo nada en contra de los gringos, más allá de que no les perdono que nos hayan robado Texas, que se hayan quedado con el petróleo y que nos hayan mandado a Paris Hilton. 

 

Tú que me lees sabes que no me gusta pendejear a nadie, pero con Donald Trump estoy dispuesto a hacer una excepción. El señor del peluquín -en realidad es un pelucón el que trae en la cabeza- está descubriendo que aquello de ponerse al tú por tú con los mexicanos, sólo para ganarse el voto de los más conservadores, no es un buen negocio. 

 

De hecho, Mr. Trump ya empezó a perder dinero gracias a su bocota, pues algunos de sus socios han decidido darle la espalda y romper cualquier relación con él. Y ya se sabe que si algo le duele a un empresario es, precisamente, el bolsillo.

 

Se supone que hasta Televisa va a dejar de ser socia de Trump en la payasada esa de Nuestra Belleza México y en Miss Universo, concurso que la empresa de Emilio Azcárraga transmite -¿transmitía?- a todo Latinoamérica. 

Ahí en la televisora dicen que ya le dijeron "córtalas” a Trump, pero dado que Televisa es menos confiable que un diputado en el bóveda de un banco, yo no les creo ni tantito. Me resulta más creíble La Rosa de Guadalupe que las palabras de Azcárraga. En fin, ya veremos si realmente se están solidarizando con los mexicanos o si sólo están buscando hacer un nuevo y jugoso negocio.

 

Sea como sea, aprovecho esta ocasión para anunciar que esta columna rompe cualquier relación pasada, presente y futura con Donald Trump. A partir de ahora le prohibo que me hable para hacer cualquier negocio y mucho menos le permito que me siga mandando fotos de misses ni de su hermana. ¡Se acabó! Bye, bye, Mr. Trump.

Uno que ha viajado por todo el mundo (y eso incluye la Agrícola Oriental) aprende que cada pueblo tiene su propia identidad, sus propias costumbres y propia forma de entender la vida. Déjame te cuento cómo es la gente en otro países para que lo entiendas.

 

Resulta que hubo un naufragio y los sobrevivientes lograron llegar, cada grupo por separado, a pequeñas islas desiertas. Y así se distribuyeron:

 

Isla 1: dos italianos y una italiana.

Isla 2: dos franceses y una francesa.

Isla 3: dos griegos y una griega.

Isla 4: dos gringos y una gringa

Isla 5: dos mexicanos y una mexicana.

Un mes después del naufragio, esto fue lo que sucedió en cada una de las islas:

Isla 1: un italiano mató al otro para quedarse con la italiana.

Isla 2: los dos franceses viven felices siendo los dos amantes de la francesa.

Isla 3: los dos griegos duermen juntos mientras la griega cocina para ellos.

Isla 4: los dos gringos están considerando la posibilidad de suicidarse mientras la gringa sigue hablando de ella misma, de la verdadera naturaleza del feminismo, de las necesidades del enriquecimiento interior, de la igualdad.

Isla 10: los dos mexicanos se hicieron compadres y cada uno piensa que la mexicana solo tiene sexo con él.