LA COMEDIA POLÍTICA

¡Cínicos!

Por Dan T.
domingo, 26 de noviembre de 2017 · 00:00

Agencia Reforma/Ciudad de México

Llega el señor a su casa:
-Cielo, ¡ya lleeegué!
-Nada de cielo, cabrón.
-Pero, ¿qué te pasa, mi amor?
-La sirvienta está embarazada.
-Bueno, pues ese es su problema.
-Pues dice que el bebé es tuyo.
-¡Uh! Pues entonces es mi problema.
-Yo soy tu esposa, ¡cínico!
-Ah, pues entonces es tu problema, reina. Comper.


Si hubiera existiera el “Premio al Cínico del Año”, sin duda lo ganaría Iván López Fernández. ¿Quién es el angelito? Pues ni más ni menos que el contralor de Javier Duarte, en el gobierno de Veracruz. El trabajo de este sujeto consistía, supuestamente, en verificar que ni un solo peso se desviara, que todos los recursos se gastaran adecuadamente, que no se pagaran precios inflados, que no se contratara a empresas fantasma, que no se le diera agua en lugar de medicina a los niños enfermos con cáncer y, en pocas palabras, que Veracruz no se convirtiera en la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones.

Evidentemente, el tal Iván López Fernández llegó a su oficina desde el primer día y dijo: “No sé qué hacer”. ¡Y se hizo güey! Por alguna extraña razón, este sujeto no está en la cárcel, ni sujeto a alguna investigación por parte de las autoridades, pese a que resulta ooobvio que tuvo que estar coludido con el gordis en todas y cada de sus transas.

Pues, bien, resulta que en estos días en la Cámara de Diputados se va a definir quién encabeza la Auditoría Superior de la Federación, que hace lo mismo que la de Veracruz pero en todo el país. O sea, que debe echarle ojo y ponerle candados a cantidades mucho más grandes de dinero; y castigar a quienes no se corten las uñas. ¿Y quién crees que se inscribió para competir por el puesto? ¡Sí! El tal Iván. Eso se llama ser cínico. ¡Tantita madre!

Futbol y política
Estamos en esa bonita época en la que quienes le vamos a los Pumas odiamos al resto del mundo: La Liguilla.

Y en esta ocasión, los partidos programados nos obligan a pensar en varios de nuestros políticos. Por ejemplo, finalmente el Cruz Azul logró pasar de la fecha 17. Ante esto la pregunta obligada es: ¿Qué sucederá primero: que los albañiles sean campeones o que el Peje llegue a la Presidencia? Hay quienes apuestan a que antes se muere Chabelo.

Luego está el Atlas, que nomás tiene como 500 años de no ser campeón. Es decir, el equipo tapatío se parece al doctor José Narro, al menos en los años en que lleva aspirando a llegar a la grande. ¿Se le hará este año a alguno de los dos? Mejor pasemos al siguiente.

En las finales del futbol mexicano también están los Rayados de Monterrey y los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Si alguno de los dos llega a ser campeón, el gran beneficiado será Jaime “El Bronco” Rodríguez. No importa que todo el mundo sepa que el gobernador es seguidor de los felinos, él con tal de quedar bien es capaz de decir que todos los tigres son rayados y ponerse la camiseta azul y blanco. Y si le llegaran a ofrecer la candidatura presidencial, seguro se regresa al PRI. ‘Ora que si Anaya y Mancera declinan, “El Bronco” estaría encantado de vestirse con los colores del frente PAN-PRD.

Por supuesto otro de los ocho finalistas es el América, al que muchos comparan con el PRI, cosa que se me hace injusta hasta con los americanistas. Pero, bueno, la realidad es que los azulcremas, al igual que los tricolores, son los que más votos obtienen, pero son los más odiados a nivel nacional. No hay pueblo ni ranchería en México en la no haya Pan Bimbo, Coca Cola y un güey que odia al América.

Dado que en esta Liguilla no están los Pumas, la final de este torneo será como las elecciones mexicanas: ¡que gane el menos peor!
 

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