¿Qué dirá Claudia ahora?

Cuando Ernesto Cardenal ganó el Premio Reina Sofía de Poesía “La soledad es oír cómo se apagan las estrellas”. Shakîr Wa’ el (Persia, 1232-1260)
domingo, 24 de agosto de 2014 · 21:52
Los versos de Ernesto Cardenal son una oración de amor.
No sé lo que Claudia dirá ahora, que tan bella como insensible fue para el poeta y la poesía, cuando el profeta de la Revolución Sandinista declame, una vez más, como en los últimos cuarenta años, el profundo sentimiento de sus Epigramas:”Al perderte yo a ti,/tú y yo hemos perdido:/yo, porque tú eras/lo que yo más amaba,/ y tú, porque yo era/el que te amaba más./Pero de nosotros dos,/ tú pierdes más que yo:/porque yo podré/amar a otras/como te amaba a ti,/pero a ti nadie te amará/como te amaba yo”.
Como Cardenal, todos los poetas latinoamericanos tuvimos nuestra Claudia. Una muchacha guapa y sonriente, con la dulce cabellera despeinada escapando de la boina del Che, entre música de Raimon y Silvio Rodríguez, libros de Galeano, Benedetti y Cortázar latiendo como corazones compaginados entre los brazos.
Pero todo cambia, nada es para siempre. Y lo que una mañana de sol trajo, lo arrastró la tormenta por la oscura noche de los tiempos:”Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña/ Los he escrito sencillos para que tú los entiendas./ Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,/ un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica./ Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,/ otras soñarán con este amor que no fue para ellas./ Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,/ (escritos para conquistarte a ti ) despiertan/ en otras parejas enamoradas que los lean/ los besos que en ti no despertó el poeta”.
Nada es para siempre, sólo el amor. No porque el poeta haya caído su repercusión es menos fuerte, su "luz menos alta”. Frente al dictador Somoza, el bardonicaragüense emborronará con su puño el dolor de la emoción traicionada: "Me contaron que estabas enamorada de otro/ y entonces me fui a mi cuarto/ y escribí ese artículo contra el Gobierno/ por el que estoy preso”.
La poesía es una responsabilidad cargada de futuro, una arma que la burguesía detesta, porque en el trayecto de sus detonaciones el pasado siempre resulta presente: "Esta será mi venganza: / Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso/ y leas estas líneas que el autor escribió para ti/ y tú no lo sepas”.
Claudia, desgraciada. Cómo te amamos.

raelart@hotmail.com

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