Reacción en cadena
Parece que la protesta del sábado pasado frente a las instalaciones de la Cespe detonó y abrió una olla de presión, pues inmediatamente se generaron reacciones ante el problema de desabasto de agua en la ciudad, y el hartazgo de la población.
Además de la protesta, ciudadanos enfadados con el problema de la falta de agua iniciaron una campaña con calcomanías en la que reclaman la intervención del gobernador, Francisco Vega de Lamadrid, ante la nula respuesta de Arturo Alvarado, titular de la Cespe.
Desde este martes circula en las redes sociales la imagen y la gente ya distribuye la calcomanía con la que se ejerce presión para pedir solución al problema.
La bola sigue creciendo y hoy la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), entró al quite e instalará por varios días un módulo de recepción de quejas.
Sin duda la reacción de la PDH es oportuna y efectiva, haciendo un lado el objetivo populista, en esta ocasión la dependencia responde a un clamor generalizado de la población.
Sin duda, esa y otras acciones son las que se debieron de haber hecho desde hace tiempo, ejercer presión y exhibir la ineficacia de las autoridades correspondientes en solucionar un problema de esta naturaleza.
Hay una tendencia a dejar pasar por parte de los funcionarios, y mientras no haya presión, no hay respuestas oportunas.
Por parte de la comunidad, el denominador común es quejarse, y pocas veces actúan o se organizan para presionar; esta vez lo están haciendo y seguramente habrá resultados.
Si algo no les gusta a los funcionarios de gobierno es el ruido público que exhiba sus omisiones, y menos cuando tienen aspiraciones políticas como se especula ya en este caso, donde Arturo Alvarado es señalado como candidateable para la alcaldía de Ensenada.
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