Riesgo

Desde un principio el gran temor tras el hundimiento de un tramo de la autopista Escénica Tijuana-Ensenada, era el riesgo que representaba la carretera libre, la cual es muy angosta, con muchas curvas y poca protección para los conductores.

A siete meses de ocurrido el colapso en la Escénica, por la libre varios accidentes fueron consignados en los medios, con víctimas que lamentar y personas heridas; la Policía Federal de Caminos reporta al menos dos muertos y 10 heridos.

El flujo en la libre aumentó de manera considerable, actualmente las autoridades estiman un aforo por minuto de 4 a 5 autos con dirección a Tijuana, y hasta que ingresan a Ensenada esta cifra puede llegar a duplicarse el fin de semana.

Por supuesto que esa cantidad de vehículos trae consigo un deterioro para la vialidad y así quedó consignado en el reportaje que El Vigía realizó.

Se hizo una revisión del estado que guarda la vialidad desde San Miguel hasta la delegación de La Misión, pasando por poblados como El Tigre, Rancho Bonito, Las Chichihuas, Santa Rosa, El Salto, El Horno, La Mina y La Mesa (o meseta) de La Misión. 

Los daños más notorios son en el desgaste de la carpeta asfáltica, porque ya comienzan a sentirse los baches o las orillas están desgastadas. 

Una de las cuestiones que llaman la atención son los pocos lugares para estacionarse en caso de emergencia, porque los acotamientos son reducidos o únicamente hay zonas de terracería; en el peor de los casos el conductor debe enfrentarse a un choque con la pared del cerro o caer por los desfiladeros. 

Esta situación por supuesto que genera uno de los principales problemas para los conductores, dado que se generan enormes caravanas ocasionadas por vehículos de carga que ocasionan que el traslado sea de horas en muchas ocasiones, y no hay nadie que impida eso, ni recomendaciones permanentes para los choferes, ni unidades de policía que obliguen a que se orillen y dejan pasar los autos pequeños.

Las autoridades correspondientes, en este caso la Policía Federal de Caminos, han mostrado una total omisión, y dejado pasar la queja constante de la ciudadanía.

Durante el trayecto, también son visibles las barreras de contención chuecas debido a choques.

Se observó la nula seguridad en la carretera, sólo fueron vistas patrullas de la Policía Federal División Caminos únicamente en la desviación al Valle de Guadalupe y durante la última parte del recorrido.