La playa
Ensenada tiene grandes atractivos naturales, es el municipio más rico de Baja California en atractivos naturales, posee de todo: montaña, arena, nieve, campo, mar, y claro playa.
Este último atractivo para muchos es un problema, sobre todo quienes viven en la parte del norte del puerto.
La ciudad y sus alrededores son muy privilegiados porque cuentan con alrededor de 50 kilómetros de costa, y eso la convierte en una zona muy atractiva. Estas playas cumplen la función de áreas verdes y parques de forma natural, sin embargo, a pesar de lo que establece la Constitución y la Ley General de Bienes Nacionales no existen accesos públicos adecuados a ellas.
Ese es el reclamo de un sector de la población que vive al norte de la ciudad, por la zona de El Sauzal, hay un bloqueo en los accesos que les impide llegar a la playa, y en otros casos los visitantes tienen que dejar sus vehículos retirados y sufren vandalismo en el mejor de los casos.
Los afectados señalan que la Constitución establece que las playas y la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), son bienes nacionales de uso común y pueden ser usadas por todos los habitantes del país, sin más restricciones que las establecidas por las leyes y reglamentos administrativos de los poderes federales, es común que no existan accesos públicos adecuados a ellas.
El organismo Costa Salvaje que tiene la tarea de la conservación de ecosistemas costeros y marinos, realizó una encuesta entre gente que acude de manera frecuente a las playas en el norte de la ciudad y detectaron el problema.
La zona afecta que indican es a lo largo de la costa norte de la bahía, desde Salsipuedes al norte hasta el mirador Fernando Consag, al sur, los accesos libres a la playa son escasos y de difícil y peligroso acceso.
Una de las fortalezas que ha sido la inversión de vivienda, hoteles, restaurantes, también se convierten en un problema, en esta ocasión para residentes de El Sauzal y zonas aledañas.
Además de afectar a los visitantes que acuden a pasar el día, tomar el sol, o simplemente platicar, hay un gran número de personas, jóvenes principalmente, que van a surfear y se ven afectados.
El tema amerita cartas en el asunto, no sólo de la delegada sino de autoridades de otros niveles de gobierno, para que una fortaleza que caracteriza a Ensenada se convierta en una debilidad.
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