¿POR QUÉ IR A MISA EL DOMINGO?

La Misa es el lugar de encuentro

domingo, 5 de julio de 2015 · 00:00
Por: Pbro. Francisco Javier Barragán Hernández
 
Lo primero que hacemos al acudir a la Eucaristía, es reunirnos con otros hermanos que comparten nuestra fe. La Eucaristía siempre nos lleva al encuentro, con Dios, con nosotros mismos y con los demás.
El domingo es sobre todo el día en que vivimos este encuentro. Ya la primera comunidad cristiana desde el comienzo tiene en este día la reunión Eucarística, el encuentro con Cristo, porque en este día resucitó Jesús de entre los muertos: recordemos lo que nos dice la Sagrada Escritura "El primer día de la semana (domingo), estando todos reunidos... y luego inmediatamente también vuelve hacer mención del domingo, "A los ocho días, estando de nuevo todos reunidos...” (Jn 20); En otro pasaje san Lucas dice: "el primer día de la semana,  (Domingo) estando nosotros reunidos para la fracción del pan...” (Hech 20). Desde entonces, hace más de dos mil años, no hay domingo cristiano sin Eucaristía.
Los cristianos somos invitados no sólo a "oír misa” o "asistir”  sino a "celebrar” la Eucaristía. El Misal Romano en su Introducción general encontramos estas palabras: "En la Misa o Cena del Señor el pueblo de Dios es reunido, bajo la presidencia del sacerdote que hace las veces de Cristo, para celebrar el memorial del Señor o sacrificio eucarístico’’ (IGMR 27)
En este encuentro de la celebración Eucaristía hay diferentes servicios, sin duda los has visto en la parroquia donde vas a Misa, sino te invito a que pongas atención en todas las personas que ejercen un ministerio en la celebración. Son los que dirigen el canto, proclaman las lecturas, llevan las ofrendas, reparten la comunión, dan la bienvenida en la puerta de la Iglesia, los monaguillos...
No todos hacen todo, ni todos leen, ni los del coro cantan solos, aunque algunos presentan la ofrenda, no solo ellos llevan dones, pero sí todos celebran y participan y acogen; uno lee la lectura, pero todos participan escuchándola y acogiéndola; uno canta o cantan si hay coro y todos le responden en el momento oportuno; el sacerdote ayudado si es necesario por otros ministros, distribuye la comunión, pero lo más importante es que todos son invitados a participar, a vivir ese encuentro con el Señor. 
La Misa es "sinfónica”. Se unifica la diversidad adorando a un Solo Señor, se hace una la comunidad que celebra con el que preside, existe una unidad activa. Es un verdadero encuentro y el centro de atracción es el mismo Jesús, a quien todos acudimos para ser perdonados, ser sanados, ser revitalizados, renovados y luego llevarnos su bendición a los campos de la vida diaria, a cumplir con nuestras responsabilidades pero llenos de su palabra, con el deber de dar testimonio y de sabernos sus seguidores que implica un estilo de vida, que aunque no siempre es fácil, si es reconfortante saber que intentamos realizar nuestras tareas como Dios manda, envueltas por la grandeza de los valores cristianos. 
El encuentro con Dios en la misa es bien importante es revitalizante y recuerda que la misa no termina con la bendición, en realidad ahí comienza nuestra misión. ¡No te olvides ir a misa este domingo! 


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