Andanzas antropológicas

Aunque en el lenguaje común al referirse a las acciones que tienen como fin salvaguardar la solidez y la forma materia histórica de  un objeto cultural se utiliza de ordinario el término REHABILITACIÓN como sinónimo de RESTAURACIÓN, en el lenguaje especializado difieren a la metodología aplicable y a las metas que se persigue en cada caso.

El término REHABILITAR en arquitectura y en urbanismo, está asociado a la entera libertad con que se cuenta para la  toma de decisiones respecto a los planteamientos, soluciones, acciones y procedimientos técnicos constructivos, que interesarán al objeto al ser intervenido. Rehabilitar un objeto arquitectónico o urbano consiste en regresar dicho objeto a un estado de bienestar y comodidad que por determinadas circunstancias han resultado disminuidas, o dotar a dicho objeto de nuevas exigencias de bienestar y comodidad que al momento de su creación no fueron consideradas. Consiste en habilitarlo de nuevo en el interés de hacerlo apto para su uso y en ese interés se podrán realizar con entera libertad creativa y de forma indiscriminada en lo que concierne al tratamiento de su forma materia histórica, todas las transformaciones y modificaciones que se consideren necesarias sobre sus espacios, elementos y partes constitutivas de sus estructuras mecánico constructiva, funcional utilitaria, espacial volumétrica, estético formal o significativo simbólica.

La RESTAURACIÓN,  en cambio, por ser una actividad especializada que se realiza sobre exponentes arquitectónicos o urbanos únicos e irremplazables, por su calidad de haber trascendido su simple uso o función para la que fueron creados, para convertirse en referentes materiales históricos, está asociada a un concepto más limitado. Aunque sus contenidos aparentan presentar cierta similitud  con los contenidos de rehabilitar, éstos se encuentran acotados por los fundamentos y principios de carácter teórico que norman la actuación sobre los bienes a intervenir  y su objetivo o meta consiste en mantenerlos y prolongar su permanencia en su condición de fuente objetiva del conocimiento.

El hecho de que al RESTAURAR, de alguna forma se "REHABILITEN” (entendido el término en su más amplio significado) espacios, elementos y partes constitutivas del objeto intervenido bajo la premisa RESTAURAR, no significa que cuando se REHABILITA se RESTAURE.

Con el término REESTRUCTURAR cuyo significado está asociado a modificar, reorganizar o cambiar una determinada estructura, en no pocos casos encontramos la limitación del término a las acciones dirigidas únicamente a la estructura mecánico resistente de un objeto arquitectónico o urbano, ignorando la existencia de otras estructuras como la funcional utilitaria, espacial volumétrica, significativo simbólica, etc., que pueden ser igualmente reestructuradas como resultado de acciones derivadas tanto de intervenciones de consolidación como intervenciones de reintegración en los procesos restauradores.

 Una estructura  no es otra cosa que una totalidad compuesta por diversas partes, o dicho de otra forma, la suma de las partes que constituyen un todo, su característica principal es que ese todo actúa como unidad dotada de propiedades que no se encuentran en ninguna de las partes o individualidades que la constituyen, de ahí que la alteración de una de las partes hace que ese sistema unitario, deje de comportarse como un todo, es decir como una estructura. El sistema mecánico resistente, mecánico constructivo o físico resistente, constituido mediante la disposición, organización, conexión e interconexión de diversos elementos soportantes, realiza el trabajo de recepción, distribución y transmisión de las cargas al estrato resistente del suelo, manteniendo la estabilidad de un determinado objeto arquitectónico o urbano, es una de las estructuras con apellido que forman parte de un objeto arquitectónico o urbano y es tan factible de reestructurar como cualquiera de las otras.

*Monumentos Históricos Cinah-BC.