DE NIÑOS Y OTROS ENREDOS

Cada quien sabe cómo se mueve o interpreta su tiempo, lo verdaderamente importante es en el cómo administramos nuestro tiempo, ya que la repercusión del mismo, tendrá una relación directa para con los demás y, el mejor ejemplo es la impuntualidad tan arraigada entre nuestra población, que siendo una ciudad pequeña, en verdad, no encuentro razones para ser como sociedad, tan impuntuales.

Hace unos años, una de mis nietas de 4 años le preguntaba a la abuela que si el tiempo de ella era más largo que el tiempo de los padres, pregunta muy inteligente (aquí viene un consejo a los padres jóvenes: antes de contestar una pregunta no muy clara, preguntemos los porque e indaguemos antes de contestar. No hay preguntas tontas, puede haber respuestas tontas, eso sí), al ahondar más sobre el porqué de la pregunta, la menor contestó: "es que lo que le pida a mis papás, ellos dicen que no les alcanza el tiempo y lo que te pido a ti (abuela), siempre puedes, siempre tienes tiempo para hacerlo”.

Muchas personas invierten mucho más tiempo en el arreglo personal en lugar de prepararse un buen desayuno para ellos o sus hijos. La gente cuando se comunica, habla más de lo necesario y muchos de los tópicos resultan ser banales; "no alcancé a llegar pero, ¡aah! qué bonito platiqué”, por algo dice el dicho: Dios te dio un par de oídos y sólo una boca. El uso de teléfonos inteligentes y las redes sociales se llevan la medalla de oro como distractores y entorpecedores del tiempo y aquí es a donde quiero llegar.

Se hizo una encuesta entre adultos y se les preguntó que cuántas horas de su día estaban en las redes sociales de internet y el promedio contestó que de 3 a 4h. La realidad es que están eso y más y, por otro lado, se investigó cuánto tiempo pasan los niños de edad escolar frente a una pantalla, llámese: TV, computadora, Smartphone u otros, el resultado fue 4 o más horas. De esto resulta que Ma o Pa tienen menos tiempo para preparar alimentos, usando alimentos comerciales o comida rápida, comen más rápido y por supuesto que menos tiempo para con los hijos, lo que está ocasionando un notable incremento en los índices de sobrepeso y obesidad, pero más allá de sólo razones de peso, existe también la salud emocional del menor.

Hace muchos años se hablaba de que dieras a tus hijos tiempo de calidad, hoy sabemos que ellos necesitan tiempo y más tiempo, no sólo calidad, sino cantidad. Como adultos hemos perdido el tiempo de nuestros hijos, el cual ya no es recuperable. Debemos de por lo menos en casa olvidarnos del teléfono, la compu, la TV, etc. y dedicarles a nuestros hijos más tiempo, de ser posible, al aire libre; por ellos vivimos y trabajamos, entonces trabajemos en ello.

 Para los interesados en lo hoy publicado y sobre todo en el tema obesidad, la semana pasada la UNAM nos regaló en Ensenada el 4º Festival del Conocimiento, donde publicaron y regalaron TRES cuadernos; "La Obesidad en los Niños”, "Buenas costumbres para un futuro saludable” e "Higiene bucal en niños y adolescentes”, seguro estoy que quien los solicite, se los proporcionarán; tienen alto conocimiento y de fácil comprensión.

*Médico Pediatra representante Aprolam para Baja California
sicardi53@gmail.com