COLUMNAS

Hablemos de frente

Por David Noceda León
martes, 9 de febrero de 2016 · 00:00
¿Hasta dónde la impunidad?

Finalmente tras medio siglo de excesos, la crisis política se ha completado en un 100%. En días pasados la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP) presentó el Índice Global de la Impunidad, un documento brillante en el que se registraron datos de más de 193 países pero sólo 59 fueron los que lograron entregar la información necesaria.

Sorprendentemente México ocupó el penúltimo lugar superado por Filipinas y la discusión empezó a elevarse de tono en múltiples foros de análisis.

Nuestro país tuvo un promedio superior al 75% en el índice de impunidad y ocupó también los peores lugares en número jueces por cada 100 mil habitantes, registrando sólo 4 de un promedio general de 17. Las entidades con mayores casos de impunidad son Quintana Roo, Estado de México, Baja California, Durango, Tamaulipas, Guerrero, Veracruz, entre otros; lo que concuerda irónicamente con las denuncias de corrupción y lavado de dinero por parte de los gobernadores en dichas entidades.

 

Tan sólo en el Estado de México con Eruviel Ávila se han triplicado las denuncias en cuanto a secuestros, desapariciones, homicidios y corrupción. En Quintana Roo con Roberto Borge, la destrucción de un importante manglar para la construcción del malecón Tajamar sacó a la luz la complejidad política y el oscurantismo empresarial de la zona.

 

El 2016 no viene bien para la peste política que nos gobierna, en ocasiones pasadas hemos mencionado que las pérdidas económicas por la corrupción superan los 347 mil millones de pesos en México, pero todo indica que será durante este año que el falso cuento de los partidos finalmente se venga abajo. De este informe elaborado por la UDLAP sólo dos entidades tuvieron cifras aprobatorias: Nayarit y Campeche.

 

¿La conclusión? El origen de la impunidad está en los estados, puesto que ahí es donde prevalecen las condiciones que provocan que la situación se generalice en todo el país. Son más de 4 sexenios en que el poder de los gobernadores sigue aumentando y sobretodo ahora cuando se pretende incorporar el Mando Único en las policías.

 

En los estados con gobernadores autoritarios que operan al margen de la ley, los datos revelaron cifras atípicas por una probable alteración de la información. Estas entidades fueron Chiapas, Chihuahua, DF, Sonora y San Luis Potosí, cosa que no llama la atención si analizamos el contexto económico y social de las primeras dos mencionadas.

 

Otra conclusión que se menciona en el índice es que "independientemente de las condiciones sociales o económicas locales, la impunidad existe”. No queda duda que incluso frente a catástrofes naturales los gobernadores se han enriquecido, como ocurrió anteriormente con el ex gobernador Andrés Granier Melo en Tabasco o incluso en momentos de crisis como Coahuila con Humberto Moreira. Figuras que salieron impunes y argumentando una mancha a su honor por las acusaciones.

 El Índice Global de la Impunidad muestra lo que ya sabíamos e ignoramos durante décadas, no existe una solución inmediata más que reforzar los elementos policiacos y los sistemas de impartición de justicia. Es urgente la separación entre partidos políticos y el poder judicial, ¿Hasta qué momento será suficiente? La indignación no resuelve nuestros problemas pero sí los entorpece.

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