Andanzas antropológicas

Costumbres funerarias de BC

Por Fernando Oviedo García*
jueves, 31 de marzo de 2016 · 00:00

La muerte es un acontecimiento que en todas las culturas del mundo ha llamado la atención y que al paso del tiempo tuvo formar diversas de tratar al individuo fallecido. A pesar de que es un hecho natural y que el hombre observaba este acontecimiento a su alrededor, le resultaba misterioso y difícil de comprender. Sobre todo cuando se trataba de un individuo semejante a él, alguien que no responde, que esta inmóvil y que ya no despertara.

 

El tratamiento que las culturas han dado a los muertos ha sido diverso y con particularidades propias cada uno. Los antiguos grupos nativos de Baja California no son la excepción en estas prácticas, a través de la Arqueología se han podido conocer diversas formas, remontándose en el tiempo a varios miles de años y hasta hace solo unos pocos cientos. Hay que recordar que los habitantes eran grupos seminómadas y con asentamientos semipermanentes que practicaban una forma de vida que comprendía la recolección-caza-pesca de forma estacional y en un gran territorio. Con este modo de vida los grupos desarrollaron particularidades para darle tratamiento al individuo que moría, sobre todo cuando realizaban sus recorridos.

 

De los grupos más antiguos de que se tenga presencia en Baja California, los llamados Paleoindígenas que se remontan de los 8mil hasta los 13mil años de antigüedad, no se conoce hasta ahora tratamiento para el cuerpo de los individuos que morían, ya que no se tienen restos humanos de ellos, quizá debido al problema de la conservación por la gran antigüedad o por una práctica que no dejó evidencias, solo sabemos de ellos a través de la presencia de sus herramientas de piedra y de objetos cotidianos, así como por desechos de conchas de la recolección de moluscos que generaron al paso del tiempo.

 

Para el periodo Arcaico, que se sitúa de hace 8mil a los 1,500 años de antigüedad se ha localizado un número importante de enterramientos humanos, por lo tanto, varias formas de tratamiento para los muertos. En este tiempo los asentamientos eran más estables, grupos semipermanentes ligados a las costas y dedicados a la recolección de moluscos, pesca y cacería de mamíferos marinos, esta seguridad por los recursos para su alimentación generó que desarrollaran tratamientos diversos y elaborados para los muertos. En la segunda parte de este periodo se cuenta con varias formas de tratamiento, las cuales comprenden enterramientos individuales o múltiples, adultos o infantiles, flexionados o extendidos, generalmente acompañados con metates y a veces piezas de hueso trabajado o canidos.

 

En la Prehistoria Tardía, de hace 1,500 años al contacto con la cultura occidental, la práctica de la cremación humana es algo generalizado y característico de este periodo para darle tratamiento a los muertos, ya sea de forma directa y acompañado con collares y pulseras de cuentas de piedra y concha, o depositada en olla y acompañada de manos de molienda y pipas.

 

Para los tiempos del Contacto Europeo, comprendido entre los siglos XVI al XIX, los grupos interactúan con exploradores y misioneros que llegan a sus territorios ancestrales y son orillados a dejar sus prácticas de cremación y a enterrar a sus muertos en las misiones, ya que los obligaron a vivir de forma permanente en la misión y a dejar sus prácticas seminómadas. En algunos casos, a sus muertos los enterraban cerca de antiguos campamento de la sierra o la costa.

 Los tratamientos a los muertos nos hablan de una forma de vida llena de contrastes como suceden en el ambiente bajacaliforniano.

*Investigador del Cinah-BC

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