¡Sáquenme de aquí!

¡Qué bárbaro! El calor en estos días en insoportable, y eso que apenas estamos en abril. Esta primavera está más caliente que Felipe Calderón viendo el catálogo de La Europea. De hecho, hace rato me encontré al gobernador veracruzano, Javier Duarte, sude y sude y sude y sude, aunque no me queda claro si fue por el calor o por los nervios de que le hagan un juicio político y vaya a dar a la cárcel por inepto. Según el termómetro, en la Ciudad de México estamos a 28 grados lo cual es un infierno, si se le compara con los 35 puntos bajo cero que tiene en estos momentos la popularidad de Miguel Ángel Mancera. Según leí en Facebook, la temperatura ha subido tanto que si partes un huevo sobre el cofre de tu automóvil, no sólo se freirá de inmediato sino también demostrarás que eres un perfecto imbécil. Hablando de, acaba de salir el nuevo spot de Andrés Manuel López Obrador y en ese nuevo anuncio denuncia que este pinche calor no lo tiene ni Obama, así que cuando AMLO sea presidente lo va a vender.

Lo malo es que no aclaró si lo venderá todo o nomás unos cuantos grados centígrados (en realidad se llaman Celsius, baboso). El único que no sufre ni acongoja por este asunto del clima es El Chapo Guzmán, dado que lo tienen a la sombra. Y aunque me da pena, debo reconocer que cada vez que salgo a la calle y el calor se me trepa en la cabeza como un elefante sudoroso, siento envidia, mucha envidia, de Xóchitl Gálvez pues como andaba de chismosa ahora todo el mundo le aplica la ley del hielo y ni calor siente. En resumidas cuentas: qué pinche calor hace. ¡Sáquenme de aquí! Y, sí, los lectores de Hermosillo, La Paz, Monterrey, Villahermosa y Mérida se pueden burlar de mí (y de otros 18 millones de chilangos) todo lo que quieran. Nos pueden decir exagerados. Nos pueden decir mariquitas. Nos pueden decir con qué poco nos asustamos. Nos pueden decir lo que quieran. Lo aceptamos todo, sin embargo, deben entender nuestra desesperación: vivimos en una ciudad en la que hay contingencia ambiental, se aplica el doble no circula, el servicio de transporte público es para llorar, la mayoría en la Asamblea Legislativa la tiene Morena y al frente del gobierno está Miguel Ángel Mancera. A todo eso le sumamos el calor y es ¡el infierno!

Tú sabes que no me gusta burlarme de las desgracias ajenas, pero qué divertida noticia acabo de leer: antes de siquiera empezar la campaña, David Monreal ya perdió la gubernatura de Zacatecas.

Se trata del hermano de Ricardo Monreal, actual delegado en Cuauhtémoc y también ex gobernador zacatecano. Con eso de que algunos políticos piensan que la política es cosa de familia, los Monreal se han venido heredando y traspasando puestos y candidaturas desde hace más de 15 años.

David quería ser gobernador como su hermano Ricardo, pero resulta que violó la ley. Tendría que haber entregado un informe de gastos de su precampaña y no lo hizo. Ante el incumplimiento, al Instituto Nacional Electoral no le quedó de otra más que anularle el registro y echarlo de la contienda.

 El propio representante de Morena ante el INE admitió que su partido falló a la hora de cumplir los detalles legales, peeero, a pesar inclusive de haber reconocido su falla, quiere llevar el asunto en tribunales para que éstos le den lo que su propio incumplimiento le arrebató. A estos de Morena les cuesta más trabajo aceptar un error que a un adolescente.