De niños y otros enredos

Evitar problemas al nacimiento

Por Dr. Enrique Sicardi Aragón*
jueves, 26 de mayo de 2016 · 00:00

El objetivo de un embarazo, el cual culmina con el nacimiento, es el de llegar a casa con un bebé sano y fuerte; por lo tanto, debemos de centrarnos en el cómo evitar las situaciones que causan mortalidad o enfermedad en los recién nacidos.

 

El término "congénito” hace alusión a cualquier rasgo o identidad presente en el nacimiento, adquirido durante el desarrollo intrauterino. Puede ser resultado de un factor hereditario, físico, químico o infeccioso.

 

Lo ideal sería que todos los niños llegaran a este mundo planeados, deseados y aceptados. Durante la consulta de primera vez una de las preguntas básicas es saber sí durante el embarazo la mamá ingirió sustancias tóxicas y frecuentemente la respuesta es "afirmativa”, sobre todo en las primeras semanas, ya que el embarazo llega sin programación. El primer trimestre del embarazo es cuando se forman y organizan todas las estructuras y tejidos que constituirán un producto íntegro y funcional, en los meses subsecuentes las influencias del medio externo continuarán afectando, pero en menor medida; por lo tanto, el factor principal es la preparación del cuerpo para recibir a lo más preciado de la creación: un bebé.

 

Las futuras madres deben de preparar su cuerpo, mentalizarse en rutinas sanas como el ejercicio, una buena nutrición y actividades dadas a enriquecer el acervo cultural. La educación prenatal es básica, por lo que el informar a los futuros padres en todo lo relacionado con los factores que pueden afectar al bebé es imprescindible ya que resulta más efectivo y barato prevenir que curar.

 

Un factor que ha disminuido notablemente la morbi-mortalidad materno infantil es el control del embarazo, durante el cual se pueden detectar alteraciones o enfermedades propias de la madre, lo que limitará y en gran medida resolverá el daño que pueda afectarla tanto a ella como a su producto: diabetes, obesidad, hipertensión, infecciones, etc.

 

Durante el control del embarazo, es una gran oportunidad para ofrecer a la madre vacunas. La Tos Ferina, en fechas recientes, ha habido un incremento notable de casos, que cuando suceden en las primeras semanas de nacido, el riesgo de muerte es alto, y esto se previene con una simple y muy segura vacuna a la madre en los últimos meses del embarazo. Una mamá embarazada que padezca influenza, puede abortar o tener un parto prematuro, esto es 100% evitable con otra muy segura vacuna. Estos son sólo unos ejemplos y hay muchos más, los cuales pueden informárseles durante el control del embarazo.

 

Sabemos que la lactancia materna es usada en forma muy limitada e, inclusive, hay mamás que nunca lactarán a sus hijos. El mejor momento para educarlas y convencerlas debería ser durante esos nueve meses de embarazo, la verdad es que ese tema se aborda mínimo o nulamente y en verdad que ese debería ser uno de los temas prioritarios de quien lleve el control del embarazo, eso garantizará la salud materno-infantil.

 

La preparación de la madre para el momento del nacimiento debe ir encaminada a lo natural, a preparar su cuerpo para lo que la naturaleza la dotó. Los bebés deberían nacer cuando la naturaleza lo dictamine. Los bebés no deben nacer por agenda, el nacimiento no lo programa la familia ni el médico, lo dicta la naturaleza y eso se llama: trabajo de parto, el cual termina de madurar y preparar el pulmón del recién nacido de una vida acuática a una respiración aérea.

 Factores que afectan al bebé son muchos, unos fáciles de prevenir y otros no tanto, la próxima semana les hablaré sobre químicos que afectan la salud.

*El autor es representante del Aprolam para Baja California.

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